Jueces, magistrados y empleados del Poder Judicial de México comenzaron este miércoles un paro nacional indefinido para protestar contra la polémica reforma que impulsa el presidente, Andrés Manuel López Obrador, para elegir por voto popular a los jueces y a la Suprema Corte. La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED) suspendió su trabajo desde el primer minuto del miércoles, por lo que solo atenderán casos urgentes y se mantendrán en funciones la Suprema Corte y el Tribunal Electoral.
En la capital, la mayor protesta está en el Palacio de Justicia Federal San Lázaro, cerca de la Cámara de Diputados, pero las concentraciones se replican en todos los estados, como en Puebla, donde comenzó el paro con la frase «el día que los jueces y juezas tengan miedo, ninguna persona podrá dormir tranquila».
Ahí, al grito de «¡el Poder Judicial no va a caer!», cientos de trabajadores se colocaron frente a la sede de la Sexta División para rechazar la reforma que el Congreso prevé aprobar en septiembre, cuando el oficialismo tenga la mayoría cualificada de dos tercios, para modificar la carta magna. Jueces y trabajadores, con veladoras en la mano, denunciaron que la democracia en México «está muerta».
Manuel Saturnino, secretario de un tribunal colegiado, alertó de que «se vislumbraba una amenaza» desde las campañas de la elección del 2 de junio, por lo que no deben «minimizar los discursos de odio provenientes del Poder Ejecutivo federal que ahora están permeando en la sociedad mexicana». «[La reforma] no tiene como objeto un avance del sistema jurídico mexicano, sino la intromisión de intereses políticos y las decisiones jurisdiccionales de nuestro país, así como la afectación de los derechos laborales de los servidores públicos de uno de los poderes de la unión", comentó a Efe.
El presidente López Obrador ha considerado «ilegal» la huelga de los trabajadores judiciales, a los que acusó de ser socios de poderosos y corruptos. «No va a suceder nada, no pasa nada, y en lo que a nosotros corresponde: respeto absoluto a su huelga, libertad. Establece la ley, ellos lo saben, que es ilegal lo que están haciendo o lo que van a hacer», declaró el mandatario el martes.
Arisbeth Pérez Hernández, secretaria particular de un tribunal colegiado, aseguró que la protesta es para que el Gobierno los escuche y no afecte sus derechos laborales, pues las elecciones socavarían la carrera judicial y la independencia de los juzgados. «No somos paleros [persona que ayuda a estafar o engañar a otras], somos trabajadores, no somos acarreados [persona llevada a un lugar para hacer bulto], nadie nos paga, somos de libre convicción y estamos aquí porque también somos pueblo y tenemos familia y nuestros hijos, nuestra descendencia merece un México libre», manifestó a Efe.
La magistrada Leonor Pacheco Figueroa señaló en la protesta que es momento de involucrar a la población para que conozca por qué es importante mantener al Poder Judicial independiente y el equilibrio de poderes. «El Poder Judicial para México es un equilibrio, el poder corrompe, cuando está en el poder una sola persona se corrompe, por eso es necesario tener estos contrapesos, hoy estamos aquí por nuestras familias, estamos aquí por México, estamos para defender nuestra Constitución», exclamó.
Alejandro Baltazar Robles, director en Puebla de la coordinación de la JUFED, enfatizó que «la independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es una garantía para todos los ciudadanos». «Es el baluarte que asegura que los derechos de cada individuo, sin importar su posición o riqueza, sean defendidos de manera justa e imparcial. Sin esta independencia el Poder Judicial se convierte en un brazo del Poder Ejecutivo y la justicia en una farsa», advirtió.