El camping Las Dunas, en la Costa Brava, tiene seis salidas directas a la playa de Sant Pere Pescador, con seis kilómetros de arena fina y aguas poco profundas
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Tanto para los fieles como para los ocasionales, veranear en un camping conlleva una forma de entender las vacaciones, una filosofía de vida: poder disfrutar de toda la familia -con los pequeños y los animales de la casa-, estar en contacto con naturaleza y contar con una mayor sensación de autonomía.
Las Dunas, en la Costa Brava, ha recibido este año el galardón de mejor camping de España en los premios ACSI (Auto Camper Service International). Esta distinción está basada en las opiniones de miles de campistas de toda Europa.
Aproximadamente a una hora y media en coche desde Barcelona, el camping Las Dunas se encuentra en la bahía gerundense de Roses, entre los pueblos de Sant Pere Pescador y L'Escala.
El camping tiene seis salidas directas a la playa de Sant Pere Pescador, con seis kilómetros de arena fina y aguas poco profundas. Al ser una playa tan extensa acoge desde una zona exclusivamente reservada para la práctica de deportes acuáticos como el windsurf o el kitesurf, como otra reservada a los nudistas.
Todos los años Sant Pere Pescador suele acoger una prueba del campeonato mundial de windsurf y, por unos días, se convierte en capital internacional de este deporte acuático.
El camping Las Dunas lleva abriendo sus puertas entre junio y septiembre desde 1968. Estos meses de verano lo pueblan desde veraneantes esporádicos a campistas fieles que vienen de toda Europa y atraviesan el continente en su autocaravana, coche o furgoneta. El camping se convierte en una ciudad en sí mismo y puede llegar a alojar a 7.000 personas.
Las parcelas del camping alcanzan hasta 100 metros cuadrados y sus bungalós cuentan con todo tipo de comodidades. Esta zona de veraneo cuenta con una escuela de surf, parque acuático, zona de deporte, lavandería, médico y, por supuesto, decenas de actividades para los más pequeños.
El tiempo el ocio está muy enfocado a ellos, tanto en la piscina, como en los bailes o en las comidas. En Las Dunas se respira libertad y comunidad, todo ello bañado por la luz mediterránea.
Las parcelas disponen de electricidad, agua e Internet por fibra óptica, mientras que los bungalós están equipados con aire acondicionado y wifi, además de cocina, baño y terraza para cuatro o seis personas.
La joya de la corona es su Aquapark, que cuenta con cinco toboganes, burbujas, chorros, una piscina infantil de poca profundidad y un solárium con tumbonas a lo largo de más de cinco mil metros cuadrados.
Veranear en Las Dunas es accesible a todo tipo de bolsillos. Los precios oscilan entre 25 euros por noche para una parcela con caravana hasta los 135 euros por noche en la zona de bungalós, con capacidad para grupos, ya sea familiares o amigos.
Las Dunas es un camping dog friendly y las mascotas son bienvenidas en el caso de que te alojes en tu propia caravana o en una tienda en tu parcela, no siendo posible en la zona de bungalós. Se puede pasear el perro por todo el terreno del camping, incluso por las zonas donde está permitido el alojamiento con perro, si va atado con correa, según establecen las normas del espacio.
La restauración es de lo más variada: desde el 'Mas de la Devesa' con platos típicos de la Costa Brava como el arroz negro, la fideua o el suquet de peix, pasando por el bar de la piscina, un grill bar, un take away o un chiringuito de playa. De cara a la noche, puedes tomarte una copa en el pub La Cova, el bar de minigolf y en la discoteca Fata, para los más jóvenes.
Además, este camping está rodeado de una enorme belleza natural, ya que al otro lado de la desembocadura del río Fluvià se encuentra el parque natural de los Aiguamolls de l'Empordà, un sitio muy recomendable para los amantes del senderismo y la naturaleza.
El parque cuenta con una amplia red de itinerarios por recorrer a pie o en bicicleta. Se puede acceder hasta allí con facilidad por la carretera que va desde l'Escala a Sant Pere Pescador, y dispone de zonas de parking.
El pueblo de l'Escala es conocido por su principal industria, la salazón de anchoas. Es posible visitar alguna de sus fábricas para observar el proceso de elaboración de este producto, así como el museo de la anchoa y la sal.
Además de disfrutar de playas y calas como Cala Montgó, la Playa de Riells o cala Illa Mateua, en l'Escala uno también puede adentrarse a las culturas griega y romana visitando el Yacimiento Arqueológico de Empúries.
Por su parte, Sant Pere Pescador es un pueblo rico en patrimonio natural que se encuentra parcialmente integrado dentro del espacio protegido de los Aiguamolls l'Empordà. La suma de distintos ecosistemas es el gran atractivo de este municipio ampurdanés. Los campos de cultivo y la marina, los campos de frutales, el río Fluvià, la extensa playa y el enorme parque natural crean un espacio único.
La villa también cuenta con una enorme variedad de bares y restaurantes y también es posible surcar la Costa Brava o hacer un bautizo de submarinismo; todo lo que el mar Mediterráneo da de sí.