Tras el desbarajuste que provocó ayer en los servicios de alta velocidad una avería registrada en el sistema de electrificación de la estación madrileña de Chamartín, los problemas continúan hoy en la red ferroviaria con dos nuevas incidencias que afectan a Galicia y Extremadura.
Según ha reportado hoy Adif a media mañana a través de su cuenta en X, una incidencia en un tren de alta velocidad entre Orense y Taboadela ha afectando con retrasos a los trenes de la relación Madrid-Galicia. La incidencia ya ha sido solucionada y los trenes están recuperando poco a poco la normalidad.
El gestor de infraestructuras ferroviarias también ha informado en la misma red social de que otro percance, en este caso en los sistemas de señalización de Villamiel de Toledo, está afectando a los trenes que circulan entre Madrid y Cáceres con retrasos medios de 25 minutos. Adif ha asegurado que está trabajando para solucionar esta incidencia lo antes posible.
En los últimos meses, las incidencias en la red de ferrocarriles se han multiplicado, afectado especialmente a Renfe. La operadora pública se ha visto afectada no sólo por las averías atribuibles al gestor ferroviario sino también por las sufridas por los trenes de alta velocidad S106, los conocidos como Avril, que recibió a finales de mayo pasado. Estos trenes acumulan más de 500 incidencias, según los datos aportados por el ministro de Transportes, Óscar Puente. Una circunstancia que ha llevado a Renfe a valorar la reclamación a Talgo de compensaciones económicas por el perjuicio sufrido.
Esta sucesión de problemas ha hundido las cifras de puntualidad y fiabilidad de Renfe –en todos sus servicios de AVE, Avlo, Alvia e Intercity– hasta el 76%, cuando hasta ahora se situaba anualmente por encima del 92%, salvo el año pasado que ya empezó a notar los efectos del mal servicio con menos de un 80% de puntualidad.
No obstante, la operadora pública ya era la que más trenes con retrasos superiores a los 15 minutos tenía. Según el Balance de la Liberalización Ferroviaria del año 2023 publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNCM), el pasado ejercicio, casi un 7% de los trenes de Renfe (6,95%, exactamente) acumuló retrasos superiores a los quince minutos. Frente a este porcentaje, su competidora francesa Ouigo acumuló demoras en el 4,89% de sus trenes y la hispano-italiana iryo en el 4,95%.