Crear un negocio para enviar postales turísticas en la era en la que las vacaciones se retransmiten a través de las redes sociales en directo y casi a golpe de meme puede parecer un disparate nostálgico. Pero Tita Álvarez lleva ya dos años invitando a los turistas que pasan por O Grove a comprar y mandar una imagen de la zona desde Cantaruxa , su 'postal bar'. La mayoría, cuenta Álvarez, son turistas europeos, pero también adultos nostálgicos o familias con niños que no saben prácticamente ni qué es un sello. «Al final siempre hay una conexión, una pasión compartida, y los clientes se quedan un rato charlando. También llegan muchas chicas de 18 o 20 años interesadas en escribir...
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