Los formaciones a la izquierda del Partido Socialista ya preparan las elecciones andaluzas, previstas para junio de 2026. Sumar, Podemos y Adelante Andalucía trabajan en acercar posturas y cerrar una lista unitaria que no fue posible en 2022. Todas las formaciones coinciden en que ahora resulta “muy difícil” vencer a Juanma Moreno, actual presidente de la Junta de Andalucía, sin un bloque unido más allá de los socialistas.
En Ferraz aún observan con lejanía los comicios. La mayoría absoluta del Partido Popular despeja —por ahora— las sospechas de un posible adelanto electoral. El PSOE tiene pendiente decidir quién encabezará el proyecto en la autonomía. La figura de Juan Espadas, actual portavoz en el Senado, no ha terminado de funcionar y cada vez son más las voces que apuntan a un alto cargo del Gobierno para recuperar la hegemonía socialista en Andalucía: María Jesús Montero, ministra de Hacienda, número dos del PSOE y mano derecha del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
Mientras tanto, Sumar persigue una lista unitaria. La relación con Podemos en Andalucía ha mejorado sustancialmente desde 2022, cuando los morados se quedaron fuera de la lista por estirar las negociaciones hasta el último minuto. Los equipos de ambas formaciones mantienen un contacto constante y una buena sintonía que dispara la esperanza de una candidatura unida para 2026.
Desde principios de este año han venido celebrando reuniones discretas. Tanto para acercar posturas como para convencer a Teresa Rodríguez, que abandonó la primera línea de la política para volver a la docencia tras los malos resultados de hace dos años. Pero su figura, entienden estas formaciones, es fundamental para que Adelante Andalucía se una al proyecto.
Fuentes de ambos partidos admiten que el recorrido se antoja complicado. El PP goza de mayoría absoluta y las encuestas vaticinan otros cuatro años con todo el poder para Moreno Bonilla. Sin embargo, confían en que esos sondeos estén reflejando un electorado de izquierdas aún desubicado y “desmovilizado”. Una consecuencia de las guerras internas que se sucedieron en la previa de los últimos comicios.
Este análisis es compartido por todos los partidos a la izquierda del PSOE. Sumar y Podemos también llevan semanas hablando con Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, que desde su choque con la antigua dirección de Podemos, encabezada por Pablo Iglesias, no ha vuelto a compartir papeleta con los morados. Pero las tornas parecen estar cambiando también en la relación entre Podemos y Rodríguez.
La distancia entre cargos de Podemos en los territorios —entre ellos Andalucía— y la dirección se ha agrandado en los últimos años. No entendieron la ruptura con Sumar en el Congreso, decidida unilateralmente desde Madrid sin consultar a las bases. “La relación con Podemos no tiene nada que ver en Madrid en comparación con los territorios”, afirmaban desde Sumar tras la salida del grupo parlamentario de los morados rumbo al Grupo Mixto.
Las negociaciones a tres bandas aún están lejos de convertirse en un acuerdo, y no descartan que finalmente no haya una candidatura bajo un solo nombre, sino una fórmula alternativa que mantenga la independencia de Adelante Andalucía, pero sin escenificar el fuego amigo.
De hecho, la fórmula con más posibilidades pasa en estos momentos por una coalición de partidos donde estén presentes todas las formaciones, sin necesidad de que se integren dentro de las siglas de Sumar. Esto es: que la papeleta recoja el nombre de todos los partidos en vez de aunarse bajo la marca de uno de ellos.
La delegación autonómica de Sumar lleva ya meses de trabajo, preparando una candidatura fuerte que permita al PSOE no luchar solo contra PP y Vox. Gran parte de la debacle electoral de los últimos comicios autonómicos y municipales residió en el desplome de las formaciones progresistas a la izquierda de los socialistas, que más o menos mantuvieron un resultado semejante al del 2019.
Pero en Andalucía, la ruptura fue total. A la caída del PSOE en su feudo tradicional, se sumó una retahíla de enfrentamientos y discrepancias entre las distintas formaciones más izquierdistas. En plena pugna por el poder entre la dirección de Podemos en Madrid y Yolanda Díaz, que no había anunciado la creación de Sumar, los morados exigieron que uno de los suyos encabezase la lista.
Díaz se negó y Por Andalucía presentó su propia lista con Podemos fuera de la papeleta después de que, por extremar las negociaciones al límite, no llegaran a tiempo para inscribirse. Un golpe que resultó definitivo —según fuentes de ambos partidos — para la ruptura definitiva que se produjo después, tras las elecciones generales de julio de 2023.
Por si esto fuera poco, Adelante Andalucía, liderada por Teresa Rodríguez, se presentó al margen de ambas formaciones. La enemistad con la antigua cúpula de Podemos quedó patente y descartó cualquier acuerdo con los morados. Cayeron hasta los dos escaños, perdiendo 15 respecto a 2019. Por Andalucía solo obtuvo cinco diputados. Vox, tercera fuerza, consiguió el doble de parlamentarios que la suma de ambas.
Las tres formaciones comparten ahora una voluntad clara de unir de nuevo el espacio. Presentar una candidatura fuerte, que no divida el voto, resulta crucial para vencer a un PP que ha consolidado su liderazgo en la región, según explican a ECD fuentes de Sumar.
Al margen de los malos resultados obtenidos en 2022, el motor principal de este acercamiento reside en la fuerza de Juanma Moreno. El presidente andaluz se ha erigido como una de las figuras con mayor peso y tirón electoral dentro del Partido Popular, igualando a Isabel Díaz Ayuso, pero representando la sucesión moderada al liderazgo de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
“Será muy difícil conseguir hacer daño el PP. Siguen muy fuertes”, admiten desde Sumar. Un análisis que comparten en Ferraz. De ahí que las formaciones a la izquierda de los socialistas hayan comenzado a trabajar en una alternativa sólida. No quieren prisas de último minuto como sucedió en 2022 y son muchas las heridas que sanar entre Díaz, Rodríguez y Podemos.
El Partido Socialista deja en el aire quién encabezará su lista. La primera idea de Ferraz pasaba por dar tiempo a que Juan Espadas se consolidase, pero tras varios años no ven al que fuera candidato en 2022 como futuro líder del proyecto. La dirección del PSOE decidió impulsarle como portavoz en el Senado para disparar su notoriedad, pero la mayoría absoluta del PP en la Cámara ha mitigado el protagonismo de Espadas.
En Sumar consideran clave que el PSOE comience a armar un proyecto ilusionante para su electorado y distintas voces apuntan a María Jesús Montero como próxima candidata socialista. La vicepresidenta primera y titular de Hacienda acumula ya casi seis años en el Gobierno. “Cinco años es mucho para cualquier ministro”, afirmaban fuentes socialistas tras la conformación del último Ejecutivo, que mantuvo al núcleo duro del Consejo de Ministros y disparó las sospechas sobre una posible remodelación tras el verano.
Nadia Calviño, también una de las ministras más longevas, salió poco después tras resultar elegida presidenta del Banco Europeo de Inversiones; Teresa Ribera, que también acumula cinco años en el Gobierno, fue candidata al Parlamento Europeo podría ocupar un puesto de comisaria, y se espera que el resto de ministros que llevan más tiempo en el cargo vayan saliendo a lo largo de este curso.
