El aceite de oliva fue el alimento que más se encareció durante el año pasado. Los consumidores pagaron de media 5,52 euros por litro en los supermercados, lo que supone un 41,5% más que en 2022. El elevado precio de este producto –al que se ha bautizado como oro líquido– provocó una caída del 11% en su consumo, según se desprende del último 'Informe del Consumo Alimentario', elaborado por el Ministerio de Agricultura.
El encarecimiento del aceite de oliva se ha trasladado a todos los canales de venta. Los hipermercados registraron el precio más alto del mercado: 6,12 euros por litro (49,1% más que en 2022). Le sigue el supermercado con un coste medio de 5,73 euros por litro y un incremento del 43,6%.
Otro de los canales que presentan una fuerte subida en el precio medio es el comercio electrónico, con un 48,1% y un coste medio que alcanza los 5,29 euros por litro.
El informe destaca que la tienda tradicional es la que experimenta el crecimiento en precio medio menos pronunciado del mercado (4,7%), y además es quien ofrece el coste medio más competitivo del sector (4,52 euros por litro).
El consumidor habitual de aceite de oliva, según retrata el estudio, pertenece a la clase social media-alta y supera los 50 años. Su hogar suele estar formado por parejas con hijos mayores, parejas adultas sin hijos o jubilados. Estos últimos son los que realizan mayor consumo por persona, con 7 litros al año, cantidad muy superior a los 3,2 litros del promedio nacional.
Por el contrario, los hogares formados por parejas con hijos pequeños realizan el consumo per cápita más bajo con respecto al total España (1,47 litros/persona/año).
La región que mantiene el consumo per cápita más alto de este tipo de aceite es Galicia, con 5,85 litros por persona y año. Superan el promedio otras comunidades autónomas, tales como Cataluña, Islas Balears, Castilla y León o Cantabria y Canarias entre otras.
El tipo de aceite más consumido en los hogares españoles durante el año 2023 se corresponde con los tipos de oliva, ya que si se agrupan los tres tipos o variedades (aceite de oliva, aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra), se obtiene una asignación en volumen del 61,9 %, mientras que en 2022 representaban el 70,4 %.
El consumo de aceite de oliva virgen ha experimentado una caída del 2% en relación al año anterior. Su precio medio se ha disparado un 44,6%, hasta los 6,15 euros por litro, lo que equivale a pagar 1,89 euros más por litro que en 2022. El gasto medio se sitúa en 4 euros por persona y año (41,5% más).
El mayor desplome de consumo se lo ha llevado el aceite de oliva virgen extra, con un 24,7% menos. Este tipo ofrece el precio medio más alto del sector (6,80 euros por litro), lo que supone pagar 2,26 euros más por litro que el promedio del mercado.
El precio medio, no obstante, mantiene la inercia del mercado y se encarece un 44,3% con respecto a un año antes (4,71 euros por litro). El gasto por persona en 2023 fue de 15,28 euros por litro, una cantidad un 8,6% superior a la de 2022.
En cuanto al aceite de girasol, se ha registrado un aumento del 23,2% en su consumo. El precio medio, que lejos de encarecerse, consigue reducirse un 22,2% en contra de la tendencia general. El precio medio litro de aceite de girasol, cierra en 1,86 euros el litro, siendo más asequible que el promedio del mercado.
El gasto por persona es de 6,20 euros por litro al año, una cantidad un 4,2% inferior a la de 2022.