El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) aseguró este lunes que derrumbó a propósito parte de un carril que inauguró el presidente Rodrigo Chaves el 11 de abril. La acción, dijo, se hizo para levantar un muro de gaviones.
La entidad dio la versión mediante una publicación en Facebook, luego de que este diario diera a conocer el desprendimiento o desmoronamiento parcial del espaldón en el carril recién inaugurado que conecta la salida de la radial de Alajuela con la carretera Bernardo Soto, en dirección hacia San Ramón.
El MOPT afirmó que el corte de la vía “fue realizado por la misma maquinaria, como parte de los trabajos que se ejecutan para la construcción del muro de gaviones”. Sin embargo, ingenieros expertos en obra pública consultados por La Nación coinciden en que tal explicación es ilógica.
En criterio de José Manuel Sáenz Scaglietti, ingeniero civil especializado en pavimentos y materiales, la fisura se formó naturalmente y no como parte de obras por el levantamiento de una muralla.
Sáenz Scaglietti, presidente del Comité de Infraestructura de la Cámara Costarricense de la Construcción, indicó que el desprendimiento ocurrió por situarse ese paso vehicular muy a la orilla de un relleno con una pendiente pronunciada.
Según dijo, fotografías sobre los trabajos en curso evidencian que el tránsito de camiones con carga cerca del borde produjo fisuras en el asfalto a lo largo de decenas de metros conforme cedía el material que lo sostenía.
MOPT dice haber derrumbado vía en Alajuela a propósito
Para él, el muro que ahora el MOPT construye es una medida para sostener el talud y no perder más superficie de rodamiento porque, si se hubiera hecho el análisis desde un inicio, eso se habría notado y, antes de la vía, primero se habría construido la fortificación.
“Usted construye el muro primero en vez de destruir el carril ya hecho, desde el punto de vista técnico era haber estudiado el talud, analizar las cargas que sufriría y estabilizar todo antes de poner la carretera. Lo más sencillo habría sido admitir que notaron una falla y la están corrigiendo, ¿era tan complicado admitir eso?”, declaró.
Con él coincidió Olman Vargas Zeledón, presidente del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica (CFIA), quien recordó que los procesos constructivos de este tipo tienen una lógica compuesta por etapas que, solo después de que han sido completadas, permiten poner en operación la obra.
Desde su punto de vista, en este caso la lógica indicaba que debió hacerse primero el muro como parte de trabajos que debían concluir con la colocación de la calle como una de las últimas etapas.
Si no se siguió esa lógica pudo deberse a la urgencia de poner a funcionar la obra, comentó. No obstante, agregó, si esa fue la decisión adoptada, las consecuencias hoy incluyen un sobrecosto, porque se está rompiendo a propósito algo ya construido, y molestias para los usuarios que circulan por la zona.
“Hay un evidente sobrecosto por la destrucción parcial del carril y las molestias a los conductores mientras se hacen las reparaciones y se brindan las condiciones mínimas para transitar. Uno pensaría que las obras se inauguran cuando están plenamente completadas y las condiciones de seguridad aseguradas”, afirmó.
Mario Durán Ortiz, ingeniero civil y consultor en transporte urbano y electromovilidad, también descalificó la decisión del Ministerio de romper un acceso vehicular nuevo.
Si se conoce la necesidad de un murallón, este debe erigirse de primero y a continuación se coloca relleno para proveer así estabilidad a la base donde se pondrá la vía, indicó Durán Ortiz, quien fue profesor de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Costa Rica en el Departamento de Transporte.
El profesional recalcó que obras como estas u otras de mayor complejidad siempre suelen seguir procedimientos constructivos específicos para prevenir errores cuando se está en etapa constructiva, porque no seguir dichas pautas encarece todo.
“Usted no pone un relleno sobre el cual está una vía de circulación para luego destruirla y entonces poner una fortificación. Es como hacer una casa y completar todas las paredes sin dejar las previsiones para suministro de agua y luz y, ya listas y hasta repelladas, entonces romperlas para los pasos de cableado y tubería. No tiene sentido, eso se prevé”, concluyó.
El carril hacia la Bernardo Soto se inauguró al tiempo que se puso en funcionamiento el segundo puente bailey frente al aeropuerto internacional Juan Santamaría y se concluyó el cambio de losas en la radial a Alajuela. Todas las obras, informó el MOPT en abril, costaron ¢1.360 millones.
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