Investigadores de Cedars-Sinai en Estados Unidos dieron un paso importante en la comprensión de cómo funciona la memoria a corto plazo. Una reciente investigación científica reveló cómo el cerebro recuerda lo que acabamos de aprender o escuchar.
Este descubrimiento publicado en Nature abre nuevas puertas en el estudio del cerebro, revelando los mecanismos cerebrales que nos permiten retener datos esenciales en el corto plazo.
En una investigación científica llevada a cabo por la Universidad de Cedars-Sinai, en Estados Unidos, se identificó cómo las células cerebrales responsables de la memoria a corto plazo coordinan el almacenamiento de información y el enfoque intencional.
La memoria de trabajo, que es esencial para retener información por breves instantes, es inherentemente frágil y requiere un esfuerzo constante para mantenerse activa, según Ueli Rutishauser, director del Centro de Ciencias y Medicina Neurales de Cedars-Sinai y principal autor del estudio
En los resultados del estudio, se describe cómo un grupo específico de neuronas conocidas como neuronas PAC, influenciadas por ondas cerebrales, juega un papel clave en este proceso de recordar la información.
Jonathan Daume, investigador postdoctoral en el Laboratorio Rutishauser de Cedars-Sinai y primer autor del estudio, explicó que estas neuronas no almacenan información por sí mismas, pero son esenciales para que el cerebro mantenga los recuerdos a corto plazo porque coordinan a las neuronas de categoría sincronizando las ondas cerebrales theta (concentración) y gamma (procesamiento de información).
Esta sincronización es un proceso fundamental para realizar tareas cotidianas como recordar un número de teléfono y ayuda a mantener la memoria de trabajo y mejora la precisión al recordar.
Este mecanismo es particularmente relevante en trastornos cognitivos como el Alzheimer o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, donde la dificultad no radica en el almacenamiento de la memoria en sí, sino en la capacidad de mantener el enfoque necesario para conservar esa información.
Para fortalecer la memoria a corto plazo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una serie de prácticas que pueden incorporarse fácilmente en la rutina diaria: