Luego de un trágico incidente vial que provocó la muerte de un joven que cayó por un hueco en el piso de un colectivo en Florencio Varela, los bloques opositores al intendente Andrés Watson solicitaron un pedido de informes y presentaron un proyecto de ordenanza para quitarle la concesión a la empresa prestadora que además está señalada de ser "monopólica".
El pasado 2 de agosto, Sebastián Miere de 20 años, viajaba en el estribo del interno 722 de la línea 512 cuándo la estructura cedió bajo sus pies, cayó al asfalto y fue atropellado por las ruedas traseras de la unidad.
El incidente que sucedió en Villa Vatteone, Florencio Varela, al sur del Conurbano Bonaerense generó la reacción de la política que viene señalando "el mal estado del transporte local y la responsabilidad del municipio en su control".
Las líneas "quinientos" son aquellas que tienen recorridos por municipios y cuya habilitación, concesión y control recae sobre las autoridades locales. Florencio Varela es gobernada por el Justicialismo desde la década de 1990, primero en manos de Julio Pereyra y, desde 2017, por Andrés Watson.
La oposición señala que el problema de los controles a los colectivos es de larga data y recuerdan que en 2017 se había presentado un proyecto de ordenanza que contaba con apoyo unánime para limitar la cantidad de líneas en manos de un sólo concesionario. La sesión que debía tratar el proyecto se vio interrumpida por grupo de trabajadores enrolados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
"En ese momento se levantó la reunión por los incidentes, se quitó la limitación para evitar el monopolio y se creó una comisión que nunca emitió un dictamen", señala Mario Kanashiro, concejal de Juntos en Varela.
La empresa aludida tiene la denominación "San Juan Bautista" y es la que hoy explota la línea del incidente y la denunciada por vecinos y políticos por falta de inversiones y bajas frecuencias. Al respecto, Kanashiro dijo haber hablado con uno de los empresarios y ellos aseguran que hacen "toda la inversión".
Una de las versiones que investiga la Justicia es si el chofer -que fue imputado por homicidio culposo- discutió con un inspector sobre la cantidad de pasajeros que estaba llevando minutos antes del incidente. Esa sobreocupación se podría explicar, según dice Kanashiro, por la falta de unidades circulantes.
"Hay una obligación asumida por contrato por la empresa por la licitación. Tiene que cumplir con lo pactado. De las 100 unidades que deberían estar circulando los propios choferes dicen que solo salen 60", apuntó.