El Parlamento de Ucrania aprobó este martes un proyecto de ley que prohíbe operar dentro del país a las organizaciones religiosas relacionadas con Moscú, una medida dirigida principalmente contra la Iglesia Ortodoxa rusa. El proyecto de ley, que lleva gestándose casi un año, todavía debe pasar por la mesa del presidente Volodimir Zelenski para entrar en vigor. «No habrá Iglesia moscovita en Ucrania», anticipó a través de Telegram el asesor plenipotenciario de Zelenski, Andriy Yermak.
La ley «Sobre la protección del orden constitucional en la esfera de actividades de las organizaciones religiosas» necesitaba 226 votos de los 450 diputados del Parlamento, y recibió finalmente el visto bueno de 265 legisladores. La votación tuvo lugar solo diez días después de que el propio Zelenski anunciara una decisión que «reforzará la independencia espiritual de los ucranianos». «¡Una votación histórica! Esto es una cuestión de seguridad nacional y no de religión», celebró en redes sociales la diputada Iryna Gerashchenko.
La legislación recoge que «tomando en consideración el hecho de que la Iglesia ortodoxa rusa es una continuación ideológica del régimen del Estado agresor, cómplice de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en nombre de la Federación Rusa y de la ideología del mundo ruso, las actividades de la Iglesia ortodoxa rusa en Ucrania quedan prohibidas».
El texto prevé que ninguna organización religiosa en Ucrania pueda ser gestionada por la Iglesia ortodoxa rusa o por otras organizaciones religiosas prohibidas o mantener una comunicación activa con ellas. En este sentido, una comisión gubernamental creada ex profeso determinará si una congregación religiosa está incumpliendo la ley y, en ese caso, la instará a cortar sus lazos con Rusia en un plazo de dos meses. Si la organización no lo hace, un tribunal tomará la decisión final sobre su ilegalización.
La ley entrará en vigor 30 días después de su publicación, si bien concede hasta nueve meses a las instituciones de la Iglesia ortodoxa ucraniana para romper sus vínculos con el Patriarcado de Moscú, según informó el diputado Yaroslav Zhelezniak.
Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, las autoridades ucranianas han puesto el foco en las organizaciones religiosas que han mostrado su apoyo a Moscú durante la guerra, entre ellas la Iglesia ortodoxa ucraniana, que depende del patriarcado de Moscú. El Gobierno de Zelenski ha impuesto sanciones y ha detenido a varios religiosos, al mismo tiempo que ha llevado a cabo redadas en los centros de culto y ha requisado algunas de las propiedades e instalaciones de la Iglesia Ortodoxa ucraniana, como el Monasterio de las Cuevas al no renovar los contratos de arrendamiento.
La Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú contaba a inicios de 2022 con más de 8.500 parroquias en Ucrania, aunque tras la invasión rusa unas 600 se han subordinado a la Iglesia ortodoxa de Ucrania que surgió de la unificación de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev y de la Iglesia ortodoxa ucraniana autocéfala.