Un conmovedor video se volvió viral en TikTok, mostrando a un hombre mayor, identificado como Salvatore, sentado frente a su pizzería D’Paolo en Venezuela, observando con tristeza cómo el local de al lado estaba lleno de clientes, mientras que su establecimiento permanecía vacío. El momento captado por un usuario de la red social generó una ola de empatía entre los internautas, quienes rápidamente se movilizaron para apoyarlo y dar a conocer su situación.
En el video se aprecia claramente la desolación de Salvatore, un hombre de origen italiano y venezolano, quien llevaba años trabajando en su pizzería. Su semblante reflejaba una profunda tristeza al ver que, a pesar de su esfuerzo y dedicación, su negocio no lograba atraer a los clientes. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando el influencer David Vidal, conocido en TikTok como @soyvidalve, decidió actuar. Vidal se acercó al lugar, encontrando a personas en las calles que necesitaban ayuda y llevándolas a comer a la pizzería de Salvatore.
La acción de Vidal no pasó desapercibida, y otros creadores de contenido también se sumaron al apoyo. Gracias a la masiva difusión en redes sociales, la pizzería D’Paolo, con más 32 años de funcionamiento, empezó a recibir una gran afluencia de visitantes. Este resurgimiento de clientes trajo consigo una ola de reacciones positivas y una renovada esperanza para Salvatore, quien compartió su experiencia y la difícil situación que enfrentó durante la pandemia.
Salvatore relató que la pandemia cambió todo para su negocio. Las ventas cayeron drásticamente, al punto de verse obligado a cerrar temporalmente y considerar la venta del fondo de comercio. "Todo cambió, ya la clientela no venía, todo cambió", comentó con nostalgia. Sin embargo, a pesar de las dificultades, Salvatore continuó trabajando junto a su hijo, manteniendo la pizzería a flote con la esperanza de días mejores.
Al preguntarle si planeaba seguir con la pizzería, Salvatore respondió con emoción: "Debo ir a Italia porque me toca mi pensión, pero si me muero, quiero que sea aquí, en Venezuela, es mi tierra".
Su determinación y amor por su trabajo fueron evidentes, especialmente cuando, en medio de la oleada de nuevos clientes, confesó: "Ni conté las pizzas de la emoción, me agarraron desprevenido, me puse a preparar más masas para que quienes llegaban pudieran comer". La historia de Salvatore es un recordatorio del poder de la comunidad y de cómo las redes sociales pueden transformar vidas.