Las trombas de agua tornádicas son columnas de aire y agua más comunes de aguas tropicales, pero se pueden formar en cualquier lugar
El naufragio del yate de lujo del empresario británico Mike Lynch frente a las costas de Sicilia ha centrado la atención en el fenómeno oceánico de las trombas marinas, cómo se forman y el riesgo que suponen para los navegantes en las zonas donde son más frecuentes.
Según el Servicio Nacional de Océanos de EEUU (NOS, por sus siglas en inglés), las trombas de agua son columnas de aire y agua que se arremolinan. Se dividen en dos categorías: las trombas de agua de buen tiempo y las que se encuentran durante los tornados oceánicos que se forman durante las tormentas.
Las trombas de agua tornádicas, que se desarrollan hacia abajo en una tormenta eléctrica, pueden formarse sobre el agua o desplazarse de la tierra al agua y tienen las mismas características que un tornado terrestre. Según el NOS, “suelen ir acompañadas de fuertes vientos y marejadas, granizo de gran tamaño y frecuentes relámpagos peligrosos”.
Por el contrario, las trombas de agua de buen tiempo suelen formarse en la base plana y oscura de una línea de núbes cúmulus en desarrollo.
La tromba marina que golpeó el yate de Lynch parece haber sido una tromba de agua tornádica, causada por una de las muchas tormentas que han barrido Italia en los últimos días, con inundaciones y deslizamientos de tierra que han causado graves daños en el norte del país después de semanas de calor abrasador.
Las trombas de agua suelen ser más comunes en aguas tropicales, pero pueden aparecer en cualquier parte y las asociadas a tormentas severas pueden generar vientos de más de 160 kilómetros por hora.
La energía de los vientos de una tromba de agua puede causar daños y lesiones, pero el mayor riesgo es el llamado derribo, que puede arrancar el mástil de una embarcación.
Aunque los yates suelen ser más difíciles de volcar que las embarcaciones menores, un vuelco se produce cuando el yate es golpeado por el viento o las olas con fuerza suficiente para empujar el mástil en paralelo al agua. La situación más grave se produce cuando el mástil cae por debajo de la línea de flotación.
El yate de Lynch tenía un mástil de 75 metros, el segundo más alto del mundo.
La creciente intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos se ha atribuido a la crisis climática, aunque la relación entre los tornados y la emergencia climática no se conoce del todo.
Según la Real Sociedad Meteorológica, “el aumento de las temperaturas globales debido al cambio climático se traduce en un aire más caliente, lo que le permite retener más humedad, aproximadamente un 7% más de humedad por cada grado de calentamiento. ”Esto aumenta la probabilidad de tormentas, lo que provoca tormentas más violentas y más rayos. Y los aguaceros intensos provocarán inundaciones repentinas localizadas“.
El año pasado, el Centro Internacional de Investigación de Trombas de Agua registró 15 trombas de agua en un solo día frente a las costas de Italia, Francia y España.