Una vez más, una obra ‘fantasma’ en Perú ha llamado la atención y generado la indignación de muchos ciudadanos, esto después de revelarse que se involucró una millonaria inversión de casi 100.000 soles por parte del municipio de Ventanilla y se ocasionó una pérdida general para la municipalidad que supera los 250.000 soles.
La Contraloría General de la República sorprendió a más de uno al mostrar el informe de auditoría que realizó luego de la inspección a la obra abandonada que luce uno de los balnearios más reconocidos de Ventanilla.
La remodelación del balneario de la playa Costa Azul, en Ventanilla, es la millonaria obra abandonada que generó controversia tras revelarse que fue abandonada gracias a un informe de la Contraloría, el cual apunta a graves irregularidades en su construcción.
A pesar de una inversión de casi 100.000 soles, exactamente de S/82.761, el lugar actualmente solo muestra tierra y estructuras abandonadas, lo que ha provocado críticas hacia la gestión municipal que impulsó su ejecución.
El programa ContraCorriente, de Willax, se puso en contacto con el alcalde de Ventanilla, Jhovinson Vásquez, quien se quedó sin palabras cuando fue consultado sobre esta. El informe de la Contraloría, publicado en junio de 2024, detalla cómo durante la gestión del exalcalde Pedro Carmelo Spadaro Philipps, un amigo cercano de Vásquez, se aprobaron y ejecutaron proyectos sin las competencias técnicas necesarias.
La irregular ejecución de la obra para la remodelación del balneario Costa Azul en Ventanilla resultó en un perjuicio económico para el municipio que asciende a 252.828 soles.
El proyecto había sido presentado como una gran promesa, un ‘paraíso’ a orillas del mar. Sin embargo, la realidad se muestra diferente a las expectativas. Columpios oxidados valorados en 20.500 soles y apenas unas palmeras de los 33,000 soles presupuestadas son lo único que se puede encontrar en el lugar, lejos de las lujosas discotecas y áreas recreativas que se habían anunciado.
Además, la Contraloría advirtió de irregularidades en el proceso de contratación, donde se realizaron 91 adjudicaciones directas menores a 8 UITs y se favoreció a un grupo reducido de proveedores. Este tipo de prácticas levantan serias dudas sobre la transparencia y legalidad del manejo de los fondos públicos destinados a esta obra.
La situación ha generado un amplio malestar entre los vecinos de Ventanilla, quienes esperaban una mejora significativa en la infraestructura del balneario Costa Azul. La millonaria inversión, que prometía un desarrollo turístico de calidad, ha resultado en un lugar abandonado y sin las condiciones mínimas para recibir visitantes.
La controversia no termina ahí. El reportaje de Contracorriente también reveló que el exalcalde Spadaro cuenta con seguridad privada y protección de Serenazgo en su domicilio, un privilegio que ha sido duramente criticado considerando las deficiencias en el manejo de los recursos municipales.
La obra fantasma de Costa Azul es un ejemplo de cómo la mala gestión y la falta de fiscalización pueden afectar el desarrollo de infraestructuras clave en beneficio de la comunidad. La situación exige una pronta intervención para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.
