Perú se suma a la carrera nuclear con un ambicioso proyecto que busca implementar una central nuclear, siguiendo los pasos de potencias como Estados Unidos y Rusia. Este proyecto tiene el potencial de marcar un antes y un después en la generación de energía limpia y sostenible en la región, y se prevé que estará completado dentro de la próxima década.
El ambicioso proyecto nuclear de Perú se realizará en el distrito de Carabayllo, ubicado a 42 kilómetros al norte de Lima, en un área de 125 hectáreas a 400 metros de altitud. En este lugar se encuentra el centro nuclear Óscar Miró Quesada de la Guerra (Racso), una instalación administrada por el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN).
Este centro cuenta con infraestructuras clave, como el reactor nuclear de investigación RP-10 y diversas plantas especializadas, donde se producen radioisótopos y radiofármacos, ampliamente utilizados en sectores como la salud, la agricultura y la industria.
"Estamos listos para avanzar al siguiente nivel y contar con un reactor nuclear para la producción de energía eléctrica, lo que denominamos proyecto nucleoeléctrico. Para lograrlo, es necesario cumplir con ciertas etapas; en primer lugar, llevar a cabo estudios de prefactibilidad y seguir todos los pasos indicados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Se trata de un proyecto a futuro que podría materializarse en un plazo de 7 a 10 años", expresó el Dr. Rolando Paúcar, presidente del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), a El Peruano.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), los reactores nucleares modulares representan una solución práctica y económica para sitios donde las grandes centrales nucleares serían inviables. Estas unidades, fabricadas de manera prefabricada, pueden transportarse y montarse directamente en el lugar deseado. Este método de construcción reduce significativamente los costos en comparación con las plantas de mayor escala, que requieren diseños personalizados para cada ubicación, lo que puede causar demoras en los proyectos.
Además, los reactores modulares tienen la ventaja de ser escalables, lo que facilita su implementación gradual conforme aumenta la demanda de energía. El investigador peruano enfatizó que estas unidades no solo pueden instalarse en una variedad de ubicaciones, sino que también se adaptan a diferentes aplicaciones, como la generación de calor, la producción de electricidad y la desalinización de agua de mar, convirtiéndolos en una opción versátil para diversas necesidades energéticas.
Esta iniciativa no solo busca resolver los problemas de abastecimiento energético en áreas remotas del país, sino que también tiene el potencial de aplicarse en otros ámbitos, como la desalinización del agua y la generación de calor.
"Según lo expresado por el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, es necesario contar con un reactor para producir energía eléctrica en Iquitos, donde existen deficiencias en el suministro energético", explicó Paúcar.
