La pandemia de la COVID-19 provocó una crisis sin precedentes en el sector turístico mundial. El cierre de fronteras y las estrictas medidas para los viajeros obligaron a muchas aerolíneas a mantener sus aviones en tierra durante largos periodos. En ese contexto, una aerolínea que operaba en Estados Unidos y Canadá se declaró en quiebra pese a sus esfuerzos por superar la crisis financiera.
Aunque la reactivación económica permitieron a muchas compañías aéreas reanudar sus operaciones tras la pandemia, otras se vieron gravemente afectadas y tuvieron que modificar sus modelos de negocio para sobrevivir. La falta de apoyo financiero y la prolongada incertidumbre sobre la recuperación del sector contribuyeron a una serie de quiebras que marcaron un periodo oscuro para la industria de la aviación.
El 15 de agosto se informó que Canada Jetlines, una aerolínea low-cost norteamericana, se declaró en quiebra. La empresa canadiense de ultra bajo costo, que había comenzado sus operaciones hace casi dos años, decidió cesar sus actividades de inmediato debido a una crisis financiera.
La aerolínea, que operaba principalmente vuelos a destinos soleados de Canadá, así como a ciudades en Estados Unidos, México y el Caribe, no pudo obtener el capital necesario para continuar sus operaciones.
“La empresa ha explorado todas las alternativas de financiación disponibles, incluidas transacciones estratégicas y financiación mediante capital y deuda”, declaró la portavoz Erica Dymond en un comunicado. “Desafortunadamente, a pesar de estos esfuerzos, la empresa no ha podido asegurar la financiación necesaria para continuar con sus operaciones en este momento”, añadió.
Antes de cesar sus operaciones, la aerolínea de Canadá había anunciado un ambicioso plan que incluía nuevas rutas desde Toronto a destinos como Fort Lauderdale, Fort-de-France y Tulum para la temporada de invierno 2024/25.
La aerolínea canadiense informó que los pasajeros con reservas deberán contactar a la compañía de su tarjeta de crédito para solicitar un reembolso. “Estamos haciendo todo lo posible para asistir a los pasajeros en este momento”, reveló la empresa.
El cese de operaciones se produce tras la renuncia de cuatro ejecutivos el pasado 15 de agosto: Ryan Goepel, Beth Horowitz, Shawn Klerer y Brigitte Goersch, quien ocupaba el cargo de CEO.
La empresa planea solicitar la protección de sus acreedores, lo que indica que está buscando formas de reestructurar sus operaciones. Sin embargo, aún no se ha proporcionado información sobre cuándo se realizará la solicitud ni cuáles serán los próximos pasos.
