El hielo acumulado en el congelador es un problema común que afecta tanto a la eficiencia del electrodoméstico como al espacio disponible para almacenar alimentos. Si bien muchas personas se resignan a lidiar con esta molesta capa de hielo, existe un truco sencillo y efectivo para eliminarla y evitar que vuelva a formarse.
El hielo se acumula en el congelador debido a la humedad que se introduce cada vez que se abre la puerta. Esta humedad se congela al entrar en contacto con las frías superficies internas del congelador, formando capas de hielo que, con el tiempo, pueden llegar a ocupar una cantidad considerable de espacio. Además de reducir el espacio disponible, el hielo acumulado obliga al congelador a trabajar más para mantener la temperatura adecuada, lo que aumenta el consumo de energía y puede acortar la vida útil del aparato.
Eliminar el hielo acumulado en el congelador puede parecer una tarea tediosa, pero con este sencillo truco, el proceso se vuelve rápido y eficiente.
Vacía el congelador: Para empezar, retira todos los alimentos del congelador y guárdalos en una nevera portátil o en un lugar frío para mantener su frescura.
Desconecta el congelador: Apaga el congelador para que el hielo empiece a descongelarse. Si tu congelador tiene una opción de descongelado automático, actívala.
Usa agua caliente: Este es el truco clave. Llena un recipiente con agua caliente y colócalo dentro del congelador cerrado. El vapor del agua caliente ayudará a acelerar el proceso de descongelado, haciendo que el hielo se derrita más rápido. Si el hielo es particularmente grueso, puedes usar un paño caliente para frotar suavemente las áreas más afectadas.
Limpia el agua acumulada: A medida que el hielo se derrite, utiliza toallas para absorber el agua que se acumula en el fondo del congelador. Esto evitará que se vuelva a congelar una vez que vuelvas a encender el aparato.
Seca bien el congelador: Antes de volver a enchufar el congelador, asegúrate de que todas las superficies estén completamente secas. Esto es fundamental para evitar que la humedad restante se convierta en una nueva capa de hielo.
Una vez que hayas eliminado el hielo, hay un truco adicional para prevenir que se forme nuevamente. La clave está en sellar cualquier posible fuente de humedad:
Revisa las juntas de la puerta: Asegúrate de que las juntas de la puerta estén en buen estado y que la puerta cierra herméticamente. Si las juntas están desgastadas o dañadas, podrían permitir la entrada de aire húmedo, lo que causará la formación de hielo. Sustituir las juntas cuando sea necesario es una forma eficaz de prevenir este problema.
Cubre los alimentos: Siempre que guardes alimentos en el congelador, asegúrate de que estén bien cubiertos o envasados. Los alimentos mal sellados pueden liberar humedad, lo que contribuye a la formación de hielo.
Descongela regularmente: Aunque este truco es muy efectivo, es importante descongelar el congelador regularmente, al menos una o dos veces al año, para mantenerlo en óptimas condiciones.
