La Casa Real noruega ha vivido días intensos tras el escándalo protagonizado por Marius Borg (27 años), el hijo mayor de la Princesa Mette-Marit . El joven fue arrestado en Oslo, acusado de agredir física y psicológicamente a una joven de unos 20 años, quien tuvo que ser hospitalizada con una conmoción cerebral . Tras 30 horas bajo custodia policial, Marius fue liberado, aunque las investigaciones continúan, dejando a la familia real en el centro de la atención mediática. Este incidente no solo ha causado revuelo en los medios, sino que también alteró los planes de la Princesa, quien debía acompañar a su esposo, el Príncipe Haakon, a los Juegos Olímpicos en París desde el principio. Mette-Marit optó por quedarse en Noruega para apoyar a su hijo en medio de la crisis, posponiendo su viaje a la capital francesa. Sin embargo, la princesa ha reaparecido este viernes en París, donde se unió a Haakon en las gradas del Stade de France para apoyar a los atletas noruegos. Su llegada fue confirmada por el asesor de comunicaciones del Palacio, quien explicó que la princesa esperaba poder seguir parte del programa junto a su marido. A pesar de la complicada situación familiar, Mette-Marit se mostró animada y sonriente, dejando atrás el escándalo que rodea a su primogénito. Desde las gradas, la pareja real presenció cómo el atleta noruego Karsten Warholm se alzaba con la medalla de plata en los 400 metros vallas. Aunque su compatriota Henriette Jaeger no tuvo la misma suerte, ocupando la octava posición en la final de los 400 metros lisos, la presencia de los príncipes heredóres fue un aliento para todo el equipo noruego. Los Reyes Harald y Sonia , por su parte, siguieron el evento desde su residencia de verano en Mågerø, dejando que Haakon y Mette-Marit representaran a la Familia Real en París. A través de las redes sociales, se les pudo ver disfrutando de las competiciones desde la comodidad de su hogar. A pesar del delicado momento que atraviesa la familia, Haakon se mostró comedido en sus declaraciones sobre el incidente de su hijastro: «Es un asunto grave cuando la policía está involucrada de esta manera. Al mismo tiempo, creo que no me corresponde entrar ahora en el asunto», comentó el príncipe, quien también explicó que, en esta ocasión, decidió viajar solo a París mientras su esposa permanecía en Noruega. La relación de Marius Borg con la familia real siempre ha sido un tanto distante en cuanto a deberes oficiales, ya que no posee título nobiliario y no está en la línea de sucesión al trono. Sin embargo, su vinculación familiar y su presencia en algunos eventos reales lo han mantenido en el ojo público. El joven ha tenido otros incidentes menores en el pasado, pero este último podría tener consecuencias legales graves . Su abogado, Øyvind Bratlien, ha declarado que aún no puede comentar sobre la nueva información del caso, lamentando cómo se está desarrollando la situación en los medios. A pesar de las dificultades, Noruega ha tenido motivos para celebrar en los Juegos Olímpicos, donde han cosechado tres medallas: un oro en decatlón gracias a Markus Rooth , la plata de Warholm y un bronce en vela obtenido por Line Flem Høst . Sin duda, la reaparición de Mette-Marit en París tras el escándalo ha marcado un momento significativo para la Familia Real, que intenta sobrellevar la tormenta mediática mientras continúan con sus compromisos oficiales.
