El apellido conforma una de las partes más importantes de la herencia que nos dejan nuestros padres. Dejando de lado la biología, el apellido puede dar a una persona pistas de cuáles fueron sus orígenes y permiten remontarse años e incluso siglos atrás. En España, los ciudadanos tenemos doble apellido , tanto el que aporta el padre como el que aporta la madre. Además, desde hace algunos años los padres pueden elegir de mutuo acuerdo qué apellido portará en primer lugar el hijo de la pareja. La primera acepción de «apellido» que otorga la RAE es «nombre de familia con el que se distinguen las personas». Los hay de todos los tipos y en el INE se pueden encontrar registros de cuántas personas comparten el mismo o dónde se concentran más. También el INE publica cada año la lista de los nombres y apellidos más comunes en España. Según los datos de 2023, el apellido más común es García, seguido de Rodríguez, González, Fernández, López y Martínez. De los 10 apellidos más comunes en España , según la lista del INE, ocho terminan en -ez. De esta lista, sólo se libran el que la abre, García, y el que la cierra, Martín. El genealogista y presidente de la Asociación Hispagen, Antonio Alfaro de Prado, explicó en una entrevista a BBC Mundo que el apellido es «una de las señas de identidad más grandes», aunque ahora ya no toma tanto protagonismo debido a que es un aspecto heredado que no define tanto al individuo. Según este experto, los apellidos surgieron en la península cerca del siglo XI por una cuestión práctica de diferenciarse unos de otros y junto al nombre se empezó a colocar la profesión, el lugar de origen o cualidades de la personalidad. Así, también se comenzó a añadir el sufijo -ez al nombre del padre. De tal forma que Fernández es hijo de Fernando , González, hijo de Gonzalo... y sucesivamente. Finalmente, comenzaron a ponerse de forma sistemática sin tener en cuenta el nombre del padre para estandarizar su uso hasta llegar a nuestros días. No obstante, el experto aseguró a la BBC que en el caso de los apellidos acabados en -ez en español la colocación de este sufijo es un poco «absurda» debido a que no significa directamente hijo. En otros países los apellidos es frecuente que terminen directamente en -son (Johnson) o -sen (Andersen) que aluden, al igual que -ez en español, a 'hijo de'.
