No es extraño que la Real,
Imanol,
Aperribay y
Olabe, le estén suplicando que se quede, ofreciéndole más dinero, más galones, más triunfos. Fue salir
Martin Zubimendi a media hora del final y comenzar a tener sentido el juego de la Real, el caos fue orden y la tristeza, ilusión. La escuadra txuri urdin, merced a un gol de
Oyarzabal, su delantero centro casi único, empató en su último encuentro de pretemporada en cancha del Unión Berlín, su ensayo general, que dejó una conclusión clara: la Real necesita a su '4', a su brújula.
Zubimendi, junto a
Oyarzabal y el cambio de posición de
Becker, lo cambió todo. Cómo no va a quererle el Liverpool a toda costa.
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