Aunque el corto torneo olímpico es como un ‘sprint’, no se decide por como empieza sino como acaba. Después de verse claramente superada por
Alemania en la primera fase,
Francia emergió en el partido clave para imponerse a los germanos por 73-69 y alcanzar así la final por segunda edición consecutiva. Fue una venganza a pedir de boca del público galo que abarrotó
Bercy y que dio un impulso extra a los hombres de Vincent
Collet para salir de las dudas y asegurar medalla.
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