Albert Torres tenía dos opciones de medalla cuando llegó a París. La primera se le ha escapado por poco. Sólo cuatro puntos y unos metros le faltaron para superar al belga Van den Bossche, que acabó llevándose el bronce. La mala actuación en la eliminación, la tercera de las cuatro pruebas de las que se compone el Ómnium, le privaron de subir al podio en su primera aparición en el velódromo de Saint Quentin en Yvelines.
Torres estuvo siempre entre los primeros, a pesar de que se mantuvo entre los primeros en las pruebas de scratch y de tempo, las dos primeras. Y su gran actuación en la puntuación fue insuficiente para la medalla, aunque bastante para sentirse orgulloso. Cuatro puntos, uno menos del que recibe el ganador de un esprint, y unos metros, los que le faltaron para recuperar una vuelta más antes de que acabara la prueba, le dejaron en la cuarta plaza. Ya había recuperado dos vueltas y había conseguido 17 puntos más hasta sumar 57 en la puntuación. El francés Ben Thomas, a pesar de sufrir una caída en la puntuación, se llevó el oro y el portugués Iuri Leitao, la plata.
«Sabía que la puntuación era mi prueba. Si tenía las piernas y la carrera iba dura era cuestión de hacer buena lectura y esperar el momento. Al final ha habido emoción hasta las últimas vueltas, si hubiese cogido vuelta hubiera subido al podio, ha faltado muy poco», se lamentaba el ciclista español después de la prueba.
«He tenido la medalla muy cerquita, al final me tengo que conformar con el diploma, creo que con el tiempo le voy a dar más valor. Personalmente me voy satisfecho por haberlo dado todo, he corrido agresivo, y por haber hecho una gran competición», añadía.
A Torres aún le queda una oportunidad de ganar medalla. El sábado, junto a su inseparable Sebastián Mora, en la prueba de Madison. Con Mora forma pareja desde 2015 y juntos han ganado ya una plata y un bronce mundiales y tres oros europeos. «Es una prueba que se nos da bien, tenemos ilusión y estamos compenetrados», dice.