Si Carrillo volvía a España con peluca, Puigdemont vuelve al volante de su propio pelo, aunque parezca peluca . Puighoudini volvió y las autoridades permitieron su minuto (unos pocos más) de chufla. Ahora estoy aquí, ahora no estoy. ¿Dónde está la mosca? ¿Aquí o aquí?, cantaría Musiquito. O lo de Rosenvinge cuando era Cristina de Alex y Cristina: hago zas y aparezco a tu lado. Y luego si te he visto no me acuerdo. Menuda vergüenza que el huido mamarracho no fuera detenido mientras se dirigía a dar su discursito con la giganta Laura Borràs abriéndole camino. Solo le faltaba ir lanzando niñas rubias con trenzas como la señorita Trunchbull de 'Matilda'. Y cuando acaba de parlotear, el abogado Boye...
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