En medio de la difícil situación en la que arribaron miles de venezolanos al Perú, muchos de ellos han logrado abrirse camino con el tiempo, al punto de iniciar su propio emprendimiento. Ese es el caso de José Miguel, un joven natural de Venezuela que pasó de vender en una carretilla en la calle a tener un exitoso local de venta de hamburguesas en Breña.
Aunque empezar de cero no fue fácil, su historia es un ejemplo de perseverancia para muchos migrantes que buscan mejorar su situación económica lejos del país que los vio nacer. ¿Cómo alcanzó este éxito?
José Miguel llegó al Perú en el año 2017 para iniciar una nueva vida. Por aquel entonces, empezó a trabajar en un restaurante de comida criolla que lo ayudó a sostenerse económicamente en los primeros meses.
Al ver que la dueña del local tenía una 'plancha' que no utilizaba, decidió pedirla en préstamo para empezar a vender hamburguesas, aunque asegura que no tenía experiencia en el rubro. "Ahí empecé vendiendo desde abajo con la señora", comentó para el canal de YouTube de Oswarditox y Papá Pituco.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, el extranjero asegura que su empleadora le quedó debiendo una suma de S/ 1.200, pero cuando fue a cobrarle, fue expulsado del local. En ese contexto, se le presentó la oportunidad de empezar a vender en la calle, con una carretilla que le ofreció un cliente del restaurante en que laboraba.
"Él compró tres carretillas con la idea de tener varios puestos de comida rápida en la calle. El 50% era de ellos y el 50% de nosotros. Pero ellos sin hacer nada, nosotros elaborábamos todo", afirmó.
Si bien indicó que el camino no fue nada fácil, pues sus ingresos eran reducidos al principio, pudo ingeniárselas para seguir adelante. "Me ganaba en esa carretilla, a la semana, S/ 80. Prácticamente lo que pagaba (por una habitación) era S/ 150, no tenía responsabilidad (con nadie). Yo pude seguir así por eso", señaló.
A pesar de las dificultades iniciales, José Miguel reveló que, poco a poco, fue llegando más gente al negocio, lo que impulsó su crecimiento y popularidad. "Llegó el momento en que ya tenía otra plancha, otra freidora, dos mesas con más de 20 personas en la calle y seis trabajadores. (Prácticamente) un local en la calle", comentó.
La expansión llegó poco después con la pandemia del covid-19. Al darse cuenta que no podía instalarse en la calle, el extranjero empezó a buscar un local para brindar atención solo por delivery. Sin embargo, debido a la gran demanda de sus clientes, el extranjero decidió ampliar sus horizontes y empezar a atender en mesa.
"Los mismos clientes nos hicieron abrir y tuvimos nuestro primer local en Carmen de la Legua, en Callao. Ahí nos fue excelente. Luego abrimos la otra sucursal que es la actual en Breña", recordó.
Aunque ambos negocios empezaron a rendir sus frutos, José Miguel decidió cerrar su local en el Callao y centrar todos sus esfuerzos en el nuevo establecimiento que abrió en Breña, llamado Chamo Burguer, el cual se ha convertido en un éxito en la zona.
"No se dejen llevar por la ansiedad o por la boca de otros. Definan bien sus proyectos, hacia donde se proyectan como marca. Tengan siempre la convición de que, tarde o temprano, si ustedes quieren lo pueden lograr", apuntó.