Miles de manifestantes antirracistas salieron a la calle ayer por la noche en ciudades de todo el Reino Unido para protestar contra los disturbios provocados por la extrema derecha con el asesinato de tres niñas en Southport como excusa. Las fuerzas y cuerpos de seguridad británicas fueron desplegadas para minimizar las violentas protestas con ataques racistas contra musulmanes e inmigrantes que llevan sacudiendo al Reino Unido desde el sanguinario episodio. El origen de estas manifestaciones reside en el asesinato de tres niñas mediante arma blanca el 29 de julio en Southport, al noroeste de Inglaterra. La conmoción dio paso a la ira cuando cientos de publicaciones identificaron erróneamente al presunto asesino como un islamista solicitante de asilo que había entrado en el país de manera ilegal, algo que preocupa soberanamente en el imaginario colectivo británico como se demostró en las pasadas elecciones del Reino Unido. Las oleadas de desinformación, amplificadas por altavoces mediáticos como Andrew Tate o Tommy Robinson ; sumado a injerencias rusas , fueron la chispa que prendió la llama de la ira que grupos de extrema derecha necesitaban para protestar violentamente contra la inmigración. La policía se vio obligada a difundir la verdadera identidad del asesino dado que las manifestaciones radicaban en un concepto erróneo sobre el homicida. Como respuesta, miles de policías y manifestantes antirracistas salieron anoche a la calle a contrarrestar estas protestas de extrema derecha, el comisario de la Policía Metropolitana de Londres, Mark Rowley , dijo que la noche había transcurrido «muy pacíficamente», aparte de unos pocos incidentes criminales, a diferencia de las otras maniefestaciones cargadas de vioelncia. Mientras los manifestantes antirracistas marchaban portando pancartas con lemas como «Refugiados bienvenidos» y «No al odio», no se informó de grandes concentraciones de extrema derecha, solo grupos más pequeños, según recoge Reuters. Rowley señaló que la policía había seguido haciendo redadas y deteniendo a delincuentes violentos el jueves por la mañana, muchos de ellos con antecedentes penales. En total, más de 400 personas han sido detenidas en todo el país desde el comienzo de los disturbios. «Cualquier sugerencia de que son patriotas o que tienen una causa... es una tontería», dijo Rowley. « Son criminales y, francamente, la mayoría de ellos serán acusados de desorden violento y la mayoría de ellos irán a prisión durante unos años». El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer , se enfrenta a su primera crisis en apenas un mes de mandato. Starmer ha prometido mano dura contra los alborotadores y dice que se enfrentarán a largas penas de prisión.
