Utqiaġvik, anteriormente conocida como Barrow, es la ciudad más septentrional de los Estados Unidos, ubicada en el estado de Alaska. Esta localidad única, situada dentro del Círculo Polar Ártico, es la única en América donde los habitantes pueden experimentar un fenómeno conocido como la noche polar, en la cual el sol no sale durante más de un mes al año.
La noche polar en Utqiaġvik comienza a mediados de noviembre y se extiende hasta finales de enero, sumando un total de aproximadamente 67 días en los que el sol no se eleva por encima del horizonte. Durante este periodo, la ciudad queda sumida en una oscuridad casi total, con solo un leve resplandor crepuscular en el horizonte durante unas pocas horas al día.
La noche polar se debe a la inclinación del eje de la Tierra. En invierno, el Polo Norte se inclina lejos del sol, lo que resulta en que las regiones dentro del Círculo Polar Ártico, como Utqiaġvik, no reciban luz solar directa. Esta inclinación es de aproximadamente 23.4 grados, causando que el sol no se eleve por encima del horizonte durante un periodo prolongado.
Vivir en la oscuridad total durante más de dos meses presenta desafíos únicos para los residentes de Utqiaġvik. A pesar de esto, la comunidad ha adaptado sus actividades y estilos de vida a estas condiciones extremas. Durante la noche polar, los habitantes participan en actividades tradicionales como la pesca en el hielo y la caza, y también aprovechan para observar las espectaculares auroras boreales que iluminan el cielo nocturno.
A finales de enero, el sol vuelve a aparecer en el horizonte, marcando el fin de la noche polar. Este evento es recibido con celebración y alegría por los residentes, quienes finalmente pueden disfrutar nuevamente de la luz solar después de un largo periodo de oscuridad. La transición de la oscuridad a la luz también es un momento crucial para la fauna local, que se prepara para la llegada de la primavera.
Utqiaġvik es una ciudad fascinante y única en América, donde la noche polar ofrece una experiencia extraordinaria tanto para los residentes como para los visitantes. Este fenómeno natural extremo destaca la adaptabilidad y resistencia de la comunidad, que ha aprendido a vivir y prosperar en condiciones de oscuridad total por más de un mes cada año.
Para aquellos interesados en experimentar esta singularidad natural, Utqiaġvik ofrece una visión inigualable de la vida en el Ártico, combinando la belleza de la noche polar con la rica cultura de sus habitantes.