Mientras que el cuidado físico, como una alimentación equilibrada y una rutina de ejercicios, es ampliamente promovido, muy poco se habla de la memoria. En especial, de cómo mantener el cerebro en óptimas condiciones a lo largo de los años.
La memoria es una función vital que nos permite recordar experiencias pasadas, como también es crucial para nuestra identidad y funcionamiento diario.
A medida que envejecemos, es natural que nuestras capacidades cognitivas disminuyan, pero existen formas de reducir el deterioro mental y mantener la mente ágil.
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En una entrevista con The New York Times, Richard Restak, un neurólogo del Hospital Universitario George Washington, explicó que el deterioro de la memoria no es inevitable.
Según su libro "La guía completa para la memoria" es fundamental realizar ejercicios mentales e implementar hábitos que beneficien la salud cognitiva, especialmente en la vejez.
Uno de los principales problemas de memoria surge de no prestar atención. Restak sugiere que una forma eficaz de hacerlo es visualizar la palabra o información que se desea recordar.
"Una forma de prestar atención cuando aprendés información nueva, como un nombre, es visualizar la palabra. Tener una imagen asociada con la palabra puede mejorar la memoria", dijo el neurocientífico al NYT.
La rutina diaria puede estar llena de oportunidades para ejercitar la memoria. Un ejemplo sencillo es memorizar la lista de compras o las tareas domésticas.
Esta práctica no solo ayuda a ordenar las ideas, sino que también fortalece la capacidad de recordar.
Los juegos mejoran el desarrollo de la concentración y la oxigenación del cerebro. Restak menciona que el objetivo de los juegos es "activar la memoria de trabajo, mantener la información y moverla en la mente".
La lectura de novelas de ficción requiere un compromiso activo, lo que ayuda a mejorar la memoria. Según Restak, dejar de leer ficción es un "grave error", ya que estas historias demandan recordar detalles y acontecimientos previos.
La tecnología puede ser un enemigo para la memoria si no se usa con moderación. Restak identifica dos "nuevos pecados de la memoria":
El estado de ánimo afecta directamente la memoria. "Cuando estás de mal humor o deprimido, tendés a recordar cosas tristes", señaló Restak. Por ello, es importante consultar a un profesional de salud mental si es necesario.