Carles Puigdemont plantea el regreso a Barcelona no como una rendición, sino como la culminación de un desafío a las instituciones del Estado, tras siete años huido en Bélgica para evitar rendir cuentas ante la Justicia. El expresident pretende reventar la investidura, proclamando la victoria simbólica del ‘procès’ desde la tribuna del Parlament.
En el entorno del líder del Junts recuerdan a Confidencial Digital que sobre Puigdemont sigue pesando una orden de arresto. Si logra llegar al escaño este jueves sin ser detenido, eso entrañará “una gran victoria del independentismo”, aseguran. Ese es el principal objetivo del expresident, según una de las personas que más tiempo ha pasado diseñando su vuelta.
En lugar de ser un regreso para convertirse en president, la reaparición en el Parlament solo le va a permitir ahora ser testigo en primera fila de la investidura de un president del PSC, 14 años después de lo que fuera José Montilla. En un comunicado, Junts ha calificado a Salvador Illa de ser el representante del “PSC más españolista de la historia”.
En el entorno del expresident anticipan que, si Carles Puigdemont logra estar presente este jueves en el Parlament para la investidura de Illa, la jornada adquirirá la condición de “día histórico”.
Miembros de Junts sostienen que su intención es acompañar a Puigdemont a las puertas del Parlament y que pueda después ejercer sus derechos políticos interviniendo en la sesión con un discurso como líder de su grupo.
Aseguran, además, que el expresidente de la Generalitat lleva meses preparando con su equipo un discurso de investidura y su regreso a Cataluña, que quiere convertir en “un acto de país, de unidad independentista”. Y lo hará, según su entorno, el mismo día que retorne directamente desde su “exilio” al Parlament. Es decir, este jueves.
El pasado fin de semana Turull y Puigdemont estuvieron juntos en Waterloo (Bélgica) para decidir la estrategia del viaje de vuelta del expresident. Y le dieron los últimos flecos a la alocución que el líder de Junts pretende pronunciar durante el pleno de investidura desde la tribuna del Parlament, según fuentes de la cúpula del partido.
Puigdemont, que lleva huido de la Justicia desde 2017, busca que toda la puesta en escena de su regreso signifique “la última victoria (simbólica) del procés frente al Estado”.
Presumirá en su discurso de que, gracias a la amnistía, “hemos conseguido impedir el principal objetivo que tenía la represión española”, que era conducir al “president de la Generalitat esposado y de malas maneras, a una prisión española”.
También destacará que, tras la negociación con el Gobierno que permitió consensuar el texto definitivo de la amnistía, los independentistas tienen derecho a celebrar con una enorme “alegría” su victoria sobre España.
El expresidente de la Generalitat admitirá que regresa a una Cataluña muy distinta a la que abandonó en 2017, pero se reafirmará en que mantiene “intacto” el objetivo de lograr la independencia de la región.
Tampoco se descarta en su entorno, ya que no es una decisión que haya compartido con los miembros de su equipo, que aproveche su discurso para anunciar en el Parlament que se retira de la “política activa” tras no lograr la mayoría suficiente para ser investido presidente de la Generalitat en las elecciones autonómicas del 12-M.
Tras el anuncio de Carles Puigdemont, de que emprendía su vuelta a España, Junts ha convocado de manera oficial un “recibimiento institucional” este jueves a las 9 de la mañana, en el paseo Lluís Companys, muy cerca del Parc de la Ciutadella, donde está ubicado el Parlament.
El acto pretende ser una muestra de apoyo transversal del independentismo al que están convocados diputados, alcaldes y concejales. La ANC, Òmnium Cultural, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y el Consell per la República, la entidad privada que preside el propio Puigdemont, también ha convocado a sus seguidores. La CUP apoya y participará igualmente la movilización. “Estaremos dando la bienvenida a Puigdemont de su vuelta del exilio”, ha escrito en las redes sociales.
Llamando a la movilización, el líder de Junts trata de asegurarse una cierta protección ante un posible arresto policial. Sobre él sigue pesando una orden de detención y los Mossos d’Esquadra tienen órdenes de interceptarlo y ponerlo a disposición de la Justicia.
Con su anuncio, Puigdemont ha desvelado uno de los interrogantes que pesaban sobre cómo se iba a organizar su vuelta a Cataluña, siete años después de su marcha para evitar la acción de la Justicia.
Junts mantiene que no se trata “de un regreso personal sino político” y el expresident tiene intención de escenificar una aparición institucional, rodeado de fieles que lo acompañen hasta las puertas del Parlament para reventar la investidura de Salvador Illa con un “discurso incendiario” desde la tribuna.
