La esperada renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha traído consigo alivio y euforia. No obstante, el bloqueo entre el sector conservador y progresista de los nuevos vocales para elegir al presidente del órgano de gobierno de los jueces -la primera tarea que tienen que afrontar- ha petado rápidamente la nube y los viejos debates de la independencia judicial han vuelto a salir a la luz.
El ala conservadora ha llegado a proponer incluso una consulta a la carrera judicial para que elijan cuál de los siete candidatos propuestos es óptimo para ocupar el cargo. La parte progresista, por su parte, se ha centrado en reivindicar una presidencia femenina por primera vez en la historia.
La Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE) ha tomado el liderazgo en esta materia y ha lanzado un formulario para recopilar firmas en favor de votar una presidenta en el CPGJ.
La titular del juzgado de instrucción número 9 de Murcia y miembro de coordinación en AMJE, Olga Reverte, ha declarado a Confidencial Digital que apoyan a cualquiera de las magistradas de la terna, sin importar la ideología, ya que todas cuentan con un “currículum ejemplar”.
“Nuestra apuesta es por una mujer porque en todos estos años de democracia y de trayectoria del CGPJ nunca ha tenido una presidenta. No existen razones ni legales ni sociales ni de ningún otro tipo para que no lo pueda hacer cualquiera de las magistradas propuestas”, ha afirmado.
Las cinco juristas que están sobre la mesa para presidir el órgano son de “reconocido prestigio” y representarían la perspectiva femenina de la carrera judicial, que son mayoría desde hace años.
AMJE denuncia que España es el país con menor representación femenina en las altas instancias judiciales de Europa y es superada por países como Malta, Albania o Turquía.
Los datos del CGPJ correspondientes a 2023 demuestran que la carrera judicial está integrada por 5.416 jueces y magistrados, de los cuales 3.101 son mujeres (el 57 % del total). Además, la promoción de jueces más reciente estaba integrada en un 74 % por mujeres.
Pese a ser mayoría, las estadísticas revelan que las juezas siguen por debajo cuando se trata de escalar en los órganos colegiados.
A 1 de enero de 2024, las mujeres representaban el 41 % de los puestos en Audiencias Provinciales, Tribunales Superiores de Justicia, Audiencia Nacional y Tribunal Supremo. En estas dos últimas instancias, hay solamente 28 mujeres y 12, respectivamente.
En este sentido, no hay que olvidar que al anterior CGPJ se le privó de la función de hacer nombramientos. Aun así, la portavoz de AMJE denuncia que las juezas tienen una posición “discriminatoria” con relación a sus compañeros varones para acceder a las altas instancias judiciales, ya que estos nombramientos se hacen de forma discrecional.
Según han confirmado fuentes de la AMJE , 1.400 personas han apoyado el comunicado de la asociación de juezas en favor de una presidencia femenina para el CGPJ en los primeros ocho días desde que se abrió.
Cabe precisar, no obstante, que el formulario está abierto a todos los ciudadanos. Es decir, para suscribirlo no hace falta formar parte de la carrera judicial y se decide seguir promocionando a jueces.
La Asociación de Mujeres Juezas de España está integrada dentro de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ, por sus siglas en inglés), que está formada por magistradas de todas partes del mundo.
Reverte ha confirmado a ECD que el comunicado de AMJE tiene el apoyo expreso de la Red Mujeres para la Justicia de Argentina. A nivel académico, la Red Feminista de Derecho Constitucional y la Red Universitaria Feminista también se han adherido a la petición de que la presidencia del CGPJ la ostente una mujer jueza.
El boqueo en el CGPJ por la elección del presidente ha generado discrepancias dentro de la carrera judicial. No solamente se ha debatido proponer una consulta para que jueces y magistrados voten al candidato que consideren, sino que el sector más progresista de la carrera ha insistido varias veces en que el puesto debe ocuparlo una mujer.
La asociación Juezas y Jueces para la Democracia ha emitido un comunicado reclamando una presidencia femenina para poner “fin a más de cuarenta años de presidencias exclusivamente masculinas del Tribunal Supremo, avanzando en igualdad y rompiendo un inaceptable techo de cristal”.
No obstante, la petición ha sido recibida con cierta desconfianza por parte de algunos magistrados, que han recordado que las personas que opten al cargo deben cumplir, con independencia del sexo, los criterios de mérito y capacidad.
Reverte ha respondido a estas críticas con contundencia. Ha afirmado que está “totalmente de acuerdo” y que “nadie ha dicho lo contrario”. La magistrada ha puntualizado que todas las juezas propuestas cumplen “de manera sobrada y acreditada” con estos criterios.
“A estos magistrados les diría que la lección en este caso es cumplir con las leyes nacionales e internacionales en materia de igualdad y garantizar la representación en el CGPJ”, ha contestado la magistrada.
En este sentido, ha invocado el artículo 23 de la Carta de Derechos Fundamentales, que establece que la igualdad entre hombres y mujeres debe garantizarse en todos los ámbitos; el artículo 23 de la Constitución, que establece que la ciudadanía tiene derecho a acceder en condiciones de igualdad a cargos públicos; la reciente aprobada ley de paridad; y el propio Plan de Igualdad de la Carrera Judicial, entre otros.
La recogida de firmas por parte de la AMJE ha generado también polémica entre dos reputadas magistradas: María Jesús del Barco, presidenta de la Asociación Profesional de la Magistratura, y la jueza Victoria Rosell, exdiputada de Podemos y exdelegada del gobierno contra la violencia de género.
En su cuenta de X (antes twitter), la expolítica publicó su apoyo al comunicado de la asociación de mujeres y la presidenta de la APM la señaló. “Recoger firmas sí, que vote la carrera no. No queréis democracia, queréis imposición”, escribió en relación a la propuesta de que los jueces voten al mejor candidato para la presidencia. El comentario ha iniciado una discusión entre ambas, que han definido la postura que creían mejor para resolver el conflicto en el órgano de gobierno de los jueces.
Yo soy juez, ni derecha ni izquierda judicial. Los calificativos te los aplicas a ti q has pasado los últimos años metida en política hasta el corvejón y chapoteando. Tarde se han regulado las puertas giratorias. https://t.co/usz9DaAiiW
— Chus del Barco (@BarcoChus) August 7, 2024
