Era una eliminatoria trampa. Todo había sido perfecto en la fase de grupos, pero siempre hay un mal partido durante un torneo. Croacia bajó de la nube a España (8-10) y el equipo de waterpolo masculino se despide de la lucha por las medallas. Una defensa férrea y la espesura del equipo español fueron suficientes para dejar a los de David Martín en el camino.
No entraron bien en el partido los españoles, concediendo los dos primeros ataques y fallando, por mucho, los primeros lanzamientos. Dos goles seguidos de Maro Jokovic pusieron las cosas cuesta arriba ya desde el inicio, y el equipo español seguía cortocircuitado. Cero de tres en hombre de más en el primer cuarto y casi 11 minutos para hacer el primer gol.
Las cosas sólo podían mejorar, porque peor era difícil. Tampoco las opciones de contraataque que dispuso España fueron todo lo fluidas que cabía esperar. Hasta que Álvaro Granados puso, por fin, una en la red a la derecha de Bijac, que hasta entonces había parado cuatro balones. Respondieron rápido los croatas, y España no terminaba de carburar. E iban a taner que emplearse a fondo, porque la ventaja del cuadro balcánico se agrandó un poco más antes del descanso (3-6).
No cambiaron demasiado las cosas en el tercero. Muy espesos los españoles en ataque -aunque salieron algo más enchufados-, demasiado a gusto Croacia en defensa y, sobre todo, casi infalibles en los bloqueos. Incluso Alberto Munárriz, que llevaba todo el torneo cañoneando rivales, erraba los lanzamientos. La situación al inicio del último acto era límite con un 5-8. Imposible para cualquier mortal.
Y, sin embargo, llegó a ponerse España a uno con un cuarto final que ya sí recordaba a lo que habíamos visto hasta ahora en el equipo de David Martín. Ampliaron los croatas a dos con una buena dosis de fortuna en un balón que rebotó en Edu Lorrio antes de entrar. Y respondió Miguel De Toro de boya rematando un pase de Munárriz. Pero volvió la imprecisión, también con un punto de infortunio cuando Bernat Sanahuja estrelló un tiro contra el larguero. Tampoco sirvió la última, a la desesperada, con Edu Lorrio buscando una superioridad arriba que no se materializó. Aquí termina la andadura de España en waterpolo masculino, cuando nadie lo esperaba.