Los consumidores no podemos bajar la guardia ni en verano porque los estafadores no se toman vacaciones, sino que prefieren seguir robando incluso durante la temporada estival engañando a los turistas con sus reservas de vuelos y hoteles, aunque los usuarios están cada vez más concienciados.
La estafa más común sigue siendo los correos de phishing o mensajes de texto con ofertas tentadoras que incluyen un enlace que imita a un sitio web real, pero que solo sirve para robar información que, posteriormente, se utilizará para cometer un fraude. “Estos fraudes pueden arruinar las vacaciones si se realiza el pago y finalmente no hay reserva de alojamiento o vuelos, quedándose los usuarios sin su dinero y probablemente sin disponibilidad para realizar una nueva reserva”, destaca el director del Máster en Ciberseguridad en UNIE Universidad, José Nombela que, además, nos da seis consejos para contrarrestar este tipo de estafas.
En primer lugar, hay que comprobar si la página a la que nos dirigimos comienza con https:// en lugar de http://. Este mero detalle es realmente importante, ya que esa “s” final significa que el sitio web está certificado y es oficial. Por eso siempre es mejor buscar directamente las páginas web desde el navegador y guardarlas en favoritos para no perderlas para que, de este modo, no caigamos en páginas que pueden ser una réplica.
También hay que sospechar de las ofertas que son “demasiado buenas para ser verdad”. Es extremadamente inusual que un viaje que tiene un precio de mercado de 1.000 euros aparezca en una web por menos de la mitad. Por eso es mejor que no prestemos atención a estas “ofertas de última hora” ni sucumbir a la presión cuando solo encontramos solo una habitación disponible si no estamos seguros de que la web sea de confianza.
Antes de reservar, por ejemplo, un hotel es recomendable buscar reseñas en páginas como Trustpilot, TripAdvisor o Google Maps para comparar diversos establecimientos antes de decidirnos por uno. Cuando ya sabemos a qué hotel vamos a ir, tenemos que utilizar un sistema de pago seguro a la hora de realizar la reserva, como PayPal, la verificación en dos pasos o una tarjeta de prepago que utilicemos solo para compras en internet. De este modo, si el sitio termina siendo fraudulento, la pérdida de dinero será más limitada.
Por último, pero no menos importante, hay que evitar a toda costa pinchar en enlaces de correo. Una estafa que se lleva a cabo cada vez más a menudo es la de la cancelación falsa, que consiste en enviar un mensaje fraudulento advirtiendo de que ha habido un problema con la tarjeta de crédito al procesar el pago de algún servicio, por lo que solicita que se vuelva a realizar el pago en el enlace que se adjunta, que resultará ser una página falsa.