La Paz. El presidente de Bolivia, Luis Arce, propuso este martes un referendo para consultar a la población sobre la subvención del coste interno de los combustibles, la reelección presidencial y la distribución de escaños parlamentarios, durante su discurso por el 199 aniversario de la independencia boliviana.
Arce hizo un amplio repaso de las medidas económicas y sociales tomadas por su Gobierno desde que asumió la Presidencia en 2020, en un discurso de más de una hora en la sesión de honor del Legislativo en Sucre, la capital constitucional de Bolivia y sede del órgano Judicial.
El gobernante reconoció los “problemas” que en los últimos meses afectaron al país, “especialmente con el abastecimiento de diésel producto de varios factores” y la falta de dólares que, a su juicio, “está siendo utilizado políticamente” por algunos grupos “para generar escenarios de convulsión”.
“Por tal motivo, es momento de que el pueblo junto a su Gobierno escojamos el camino que deseamos transitar de cara al bicentenario” de la fundación de Bolivia en 2025, agregó el mandatario.
Arce propuso “la convocatoria a un referéndum en la fecha en la que se desarrollen las elecciones judiciales”, que en Bolivia se someten a voto popular y cuyo día aún está sin definir.
Bolivia enfrenta crisis económica por falta de dólares y combustible
El presidente explicó que el 58 % de la gasolina y el 86 % del diésel consumidos en Bolivia son importados, lo que “se agrava en un entorno donde los precios internacionales de estos bienes son más elevados” y supone “una mayor salida de divisas” que derivó en “la actual situación de especulación” sobre el precio del dólar.
En Bolivia, el litro de gasolina especial se vende a 3,74 bolivianos y el de diésel a 3,72 bolivianos (unos $0,53 en cada caso).
Arce también anunció que se fomentará el consumo de la gasolina premium plus “con un nuevo precio de 5,71 bolivianos (unos $0,82)” y se introducirá la gasolina “ultra premium 100 a un precio de 6,71 bolivianos ($0,96)”, costes que fluctuarán de acuerdo a las variaciones del precio internacional del petróleo.
En los últimos meses, la falta de combustibles (que en Bolivia están subvencionados) y la escasez de dólares ocasionaron varios bloqueos y fuertes protestas de sectores como los transportadores.
Otro asunto que Arce propuso llevar a referendo es la “reelección continua o discontinua del presidente y vicepresidente del Estado”, un tema en el que el gobernante tiene diferencias con el líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), el expresidente Evo Morales (2006-2019).
“Para que los actores políticos no vuelvan a afectar la estabilidad y economía de las familias bolivianas, es importante precisar el carácter de la reelección estipulada en el artículo 168 de la Constitución”, indicó.
La Constitución boliviana limita a dos los mandatos consecutivos, pero Morales pudo presentarse a los comicios de 2019, luego anulados, porque el Tribunal Constitucional avaló en 2017 la reelección indefinida, al reconocer el “derecho humano” de los mandatarios a ser elegidos y del pueblo a elegirlos.
El mismo Constitucional emitió en diciembre pasado una sentencia que estableció que en Bolivia el presidente y vicepresidente solo pueden ser electos y ejercer un mandato por dos períodos, ya sean continuos o discontinuos, acogiéndose a una resolución de 2021 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
Funcionarios del Gobierno de Arce aseguraron que Morales no se puede volver a postular en las elecciones de 2025, como pretende, en cumplimiento de la nueva disposición constitucional, mientras que los seguidores del exgobernante sostienen que está habilitado para ser candidato.
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El tercer tema propuesto por el presidente para someter a consulta popular es la distribución de escaños parlamentarios en función de los resultados del censo de población y vivienda efectuado en marzo de este año y se prevé que se publiquen a finales de agosto, para evitar que “sean utilizados” para la “confrontación entre bolivianos”.
Arce, que aún no confirma si buscará la reelección en 2025, aseguró que sus propuestas “no responden a cálculos electorales” sino que buscan dar certezas a la población.