Gracia Alonso de Armiño forma parte de un equipo que ha hecho historia olímpica. La bilbaína (31 años) forma parte del cuarteto de basket 3x3 español que tras estrenarse en los Juegos no se ha conformado con eso y tras un torneo espectacular, sale de París con la medalla de plata al cuello. Tras vivir una noche inolvidable y poder celebrar el éxito después de un torneo muy intenso, Gracia Alonso atiende a este medio para reconocer que «ha sido una experiencia inolvidable, que me llevaré para toda la vida. Es algo que hemos peleado desde el primer día y nos llevamos una plata». —Usted ya avisó en la previa del inicio del torneo. Habían logrado la clasificación pero no se iban a detener ahí, dijo que iban a por todas. —Sí, y así ha sido, está en el espíritu de este equipo, es nuestra seña de identidad, que no damos nada por perdido. Nadie imaginaba que podíamos llegar a donde hemos llegado, pero tenemos un equipo donde las cuatro trabajamos y nos complementamos muy bien, somos ganadoras, competitivas y ha quedado demostrado en el camino que hemos llevado a lo largo de estos Juegos. —Han vivido grandes momentos en este tramo final. Para empezar, la clasificación para las semifinales. —Fue un gran momento cuando nos vimos clasificadas porque nosotras ya estábamos preparadas para jugar el 'play in' y nos dijeron que íbamos a pelear ya por las medallas, con lo cual ya pudimos ahorrarnos ese partido y descansar, que dado el ritmo que lleva esta competición, ganar tiempo de descanso es fundamental. —¿Eran conscientes de que se abrían las puertas hacia una medalla? —Sí, pero no queríamos salirnos del carril, de la concentración que habíamos mantenido hasta entonces. Se trataba de seguir pensando en el partido siguiente y no dejarte llevar por la emoción o por la posible presión de estar jugándote las medallas. Así que nos centramos en ello, siendo conscientes, por supuesto, lo que teníamos al alcance de nuestra mano. —Ganan a Estados Unidos y alcanzan la final, que es justo después. ¿Hay tiempo de celebrarlo? —Apenas nada, porque sigues metida en la dinámica de concentración y de seguir, pero es cierto que fue un momento brutal. No nos podíamos dejar llevar por la euforia, teníamos que seguir muy concentradas porque queríamos terminar el torneo por todo lo alto. Así que sí, muy felices por ese momento, pero vuelta al modo partido. —¿Y no hay un resquicio para valorar lo conseguido? —Sí, claro. Tienes un momento para pensar que tienes una medalla, pero no había que dejarse llevar por la euforia porque nos esperaba Alemania, que era la favorita del torneo después de lo que había demostrado y así fue, aunque tuvimos posibilidades de alcanzar la prórroga, no pudo ser. —Tuvo la oportunidad de empatar. – Hubiera sido cerrar el círculo que empezó con aquella canasta de espaldas frente a Canadá que nos dio la clasificación olímpica. Estoy muy orgullosa y muy agradecida a mis compañeras porque volvieron a confiar en mí para ese lanzamiento que de haber anotado al menos nos hubiera dado la posibilidad de seguir peleando por el oro, pero no pudo ser. —Termina el encuentro, son medalla de plata olímpica... ¿Por fin se abren las emociones? —Sin duda, ahí nos dimos cuenta que habíamos logrado algo único y poder disfrutarlo, poder compartir esa plata con compañeras como Sandra y Vega, que tanto nos han enseñado y aportado a nosotras y al basket 3x3 en general, fue muy emotivo. Es el premio a todo el trabajo que hemos hecho, a toda nuestra dedicación e implicación, porque hemos demostrado que sabemos trabajar en grupo y aportar las cuatro. Hay selecciones que han terminado con tres jugadores por problemas físicos, porque este deporte es muy intenso, y nosotras hemos trabajado y nos hemos cuidado al máximo para hacer el camino hasta la final y alcanzar este gran logro. —¿A qué le sabe esta medalla? —Sabe a gloria. No me lo habría imaginado nunca, pero el basket 3x3 me ha encontrado y estoy muy agradecida por esta oportunidad deportiva que me ha llegado y lo que me ha permitido vivir. —Tiene que tener unos recuerdos inolvidables de estos Juegos. Debut olímpico y plata. – Van a ser unos recuerdos inolvidables de todo lo que hemos podido vivir en esta experiencia. Se quedarán grabados para siempre. —Y han descubierto para muchas personas este deporte. —Al final hemos puesto en escena un deporte que era un desconocido en España, es así. Sabemos que no tiene visibilidad, que no hay ligas para practicar este deporte, pero creo que hemos abierto una puerta para que se conozca el basket 3x3. Nos han llegado mensajes de muchísima gente que nos ha visto por televisión y que ha descubierto un deporte divertido y que les ha enganchado, y te quedas con eso, con que hemos llegado al corazón de mucha gente que estuvo disfrutando con la final y que ha valorado esta medalla de plata. —¿Cree que va a servir para cambiar algo en España? —Sí, yo creo que sí. Llegar a París ya era un boom porque de repente se descubrió esta especialidad que estaba en los Juegos, así que imaginate con esta plata que nos permite llegar a mucha gente, sobre todo a los jóvenes que pueden plantearse practicar esta disciplina. Y si con apenas siete días de preparación hemos logrado una plata, a dónde se puede llegar con un impulso del basket 3x3. —Hubo gente que disfrutó en su barrio de Bilbao (Santutxu) y siguió en directo la final. —Me da muchísima alegría y emoción saber que en Bilbao disfrutaron con la final y con la medalla. Me encanta saber que estuvieron ahí viviendo nuestra final.