La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló haber despedido a nueve empleados de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que podrían haber participado en el ataque del 7 de octubre realizado por el grupo terrorista Hamás en el sur de Israel. Los agentes despedidos formaban parte de los 19 investigados ante la denuncia hecha por el gobierno israelí, que señalaba a los empleados de la UNRWA como parte del ataque mortal.
"Disponemos de información suficiente para tomar las medidas que estamos tomando, es decir, el cese de estas nueve personas", declaró Farhan Haq, portavoz de la ONU. Esta decisión se lleva a cabo tras la investigación realizada por la Oficina de Servicios de Supervisión Interna (OSSI, por sus siglas en inglés).
No obstante, lo que no se explica en el breve comunicado de la oficina del Secretario General de la ONU es la implicancia que tuvieron estas nueve personas en los atentados que han sido calificados por Nadav Shoshani, portavoz Internacional del Ejército israelí, como "la mayor masacre de judíos desde el Holocausto". Cabe indicar que 1,200 personas murieron y 250 fueron secuestradas durante el ataque.
De acuerdo a la Oficina de Servicios de Supervisión Interna, organismo de control de la ONU, la evidencia que proporcionó Israel en conversaciones con las autoridades israelíes fue parte de la investigación, además de información interna de la UNRWA, "incluyendo registros del personal, correos electrónicos y otros datos de comunicaciones", lo que logró determinar una posible participación de nueve empleados.
"He decidido que en el caso de los nueve miembros restantes del personal, no pueden trabajar para la UNRWA", informó el director de la agencia, Philippe Lazzarini, en un comunicado, en el cual también subrayó que "la prioridad de la agencia es continuar con los servicios cruciales y vitales para los refugiados palestinos en Gaza y en toda la región, especialmente ante la guerra en curso, la inestabilidad y el riesgo de una escalada regional".
"Nueve de sus empleados podrían haber participado en la mayor masacre de judíos desde el Holocausto. Y no, esto no es evidencia ‘fabricada’ por nosotros", sentenció Nadav Shoshani, portavoz Internacional del Ejército israelí, mediante su cuenta oficial de X. Además, respecto a esta decisión de la ONU, Shoshani indicó que "su agencia de ‘ayuda’ ha caído oficialmente a un nuevo nivel, y es hora de que el mundo vea su verdadero rostro".
Si bien esta acusación por parte de Israel está respaldada por la investigación realizada por la propia ONU, el Ejército israelí también mostró más de un ataque sobrepasado que incluye estructuras civiles como mercados, mezquitas, hospitales, escuelas y sedes de la UNRWA, alegando presencia de milicianos.
Según cifras oficiales, durante los casi diez meses de guerra que han asolado el enclave, 39,623 gazatíes han fallecido y otros 91,469 han resultado heridos, además de los más de 10,000 desaparecidos. A esto se suma que 1.9 millones de gazatíes se encuentran desplazados y dependen de agencias humanitarias como la UNRWA.
