Romper España es tan fácil como pasar un huevo por agua. Y tan difícil como separar la leche del azúcar después de tres vueltas de cucharilla. Por eso el privilegio fiscal de Cataluña es la fórmula más sencilla para hacer trizas el país y la más compleja para acabar con la unidad nacional. Ambas cosas a la vez. El acuerdo del sanchismo con los independentistas para darles la llave de la caja es un atajo para conservar el poder y al mismo tiempo un billete seguro hacia el abismo. Es la primera vez que las indudables habilidades de Sánchez para flotar han obviado las consecuencias a medio plazo de una decisión que es radicalmente contraria a los postulados socialistas porque...
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