Se ha abierto la veda de los fichajes en el Betis Baloncesto y los está anunciado este lunes sin solución de continuidad. Una tras otro, en cascada. Ya van tres. Todas estas operaciones llevaban un tiempo cerradas y sólo quedaba otorgarles rango de oficialidad. El deseo del club verdiblanco de buscar en el mercado a jugadores experimentados en la ACB se ejemplifica en la adquisición de los servicios de Álex Suárez, cuyo fichaje hasta 2025 , y a expensas del reconocimiento médico, acaba de comunicar la entidad helipolitana, que desde finales de julio controla y gestiona el Grupo Hereda tras adquirir el 99,9% de las acciones. De 30 años y 2,06 metros, Suárez tiene una vasta trayectoria en la Liga Endesa, de 267 partidos nada menos, así que esta próxima temporada, vistiendo la camiseta verdiblanca, se estrenará en ese peldaño inferior que es la Primera FEB pero que estará repleta de un importante ramillete de clubes con un amplio historial en la ACB. Se prevé, de hecho, una campaña durísima por la parte alta de la tabla, con muchos candidatos de salida para atrapar las dos plazas de ascenso, sólo una de ellas de manera directa. El nuevo jugador del Betis Baloncesto es un ala-pívot moderno que abre el campo gracias a su tiro exterior, sobre todo efectivo desde las esquinas. Tiene buena mano el menorquín, pero también capacidad para moverse con astucia e inteligencia sin balón, para poner la pelota en el suelo y buscar otras soluciones en ataque diferentes al lanzamiento de tres. Suárez se formó en las categorías inferiores de La Salle, en Mahón, pero con sólo 16 años se marchó al Joventut, primero pasando por el equipo vinculado (CB Prat, de LEB Plata) antes de dar el salto al primer equipo. Tres temporadas después, al término de la 2014-15, cambió Badalona por Bilbao e inició un quinquenio en su carrera en el que fue a equipo por año: Bilbao Basket, Real Madrid, Casademont Zaragoza, Benfica y Lenovo Tenerife fueron sus sucesivas estaciones hasta que hizo parada y fonda en el Monbús Obradoiro , permaneciendo cuatro temporadas en Santiago hasta su desvinculación en junio tras el descenso a Primera FEB del conjunto gallego, que será uno de esos opositores a regresar a la máxima categoría del baloncesto español. Esta última campaña, su protagonismo había sido escaso, con medias de 12 minutos en pista, 2 puntos y 1,8 rebotes, con un 36,8% en el lanzamiento exterior. Sus promedios en el total de su carrera en la Liga Endesa son los siguientes: 3,6 puntos, 1,9 rebotes y 3,1 créditos de valoración en unos 13 minutos por encuentro. Lo que pone de manifiesto que ha sido casi siempre un jugador de rol. Tiene indudable talento, veteranía y conocimiento, características que le pueden venir de lujo al Betis Baloncesto aunque sí es cierto que deberá dar el balear un paso al frente para adaptarse a una liga diferente, mucho más exigente de lo que pueda parecer, y asumiendo más protagonismo que en sus últimos tiempos. En sus 267 encuentros en la Liga Endesa, Suárez ha promediado un 37,8% en el triple, anotando 220 de 588. Es su principal arma ofensiva, mas no la única. El Betis tuvo este pasado ejercicio en el letón Kuksiks a un ala-pívot que también se salía constantemente al perímetro para lanzar de tres. En ese rol puede encajar Suárez, un jugador que ostenta una trayectoria mucho más importante en el baloncesto español tras completar once campañas en la ACB con seis equipos diferentes.