"Dios mío, soy el elegido. Siendo honesto pensaba que si corría en menos de 9.83 las semifinales sería difícil vencerme pero al final el oro fue más caro. Parece que este momento estaba destinado para mí y que yo iba a ser el elegido, como me dijo Snoop Dog”, el rapero que se pasea por París con más soltura y séquito que el presidente del COI. Al habla Noah Lyles, el primer campeón olímpico estadoundense de los 100 metros en los últimos 20 años. Extrovertido, efervescente en la pista cuando toca celebrar, emergió sobreexcitado en un Stade de France entregado a su impetuoso festejo la noche del domingo, tras la final.
Seguir leyendo...