Susana Beatriz Montoya, de 74 años, fue asesinada en su casa en la ciudad de Córdoba. Su hijo, Fernando Albareda, ya había recibido graves mensajes intimidatorios vinculados al secuestro de su padre por parte de la dictadura: "Te vamos a juntar con tu papito"
Susana Beatriz Montoya, de 74 años, fue asesinada en su vivienda en el barrio Ampliación Poeta Lugones, al norte de la ciudad argentina de Córdoba. El crimen, que ha conmocionado a la comunidad, muestra evidentes signos de violencia: la víctima sufrió un fuerte golpe en la cabeza y un corte fatal.
Susana Montoya era la madre de Fernando Albareda, un conocido militante de la agrupación Hijos, que lucha por la memoria y justicia de las víctimas de la dictadura militar en Argentina. Susana era la esposa del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, quien fue torturado y presuntamente asesinado durante la dictadura y cuyo cuerpo aún permanece desaparecido.
Junto al cuerpo de su madre, Fernando Albareda encontró un mensaje pintado en la pared de la casa que decía: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía”, señala La Voz.
El episodio generó una profunda preocupación entre los organismos de Derechos Humanos de la Provincia, quienes han manifestado su dolor y alarma por la violencia y amenazas dirigidas contra la familia Albareda. “Exigimos que se esclarezca con urgencia, por parte de la justicia y el poder político de la provincia, los móviles del crimen, sean estos de delito urbano y/o su posible correlato político, dada la existencia de reiteradas amenazas a la familia Albareda”, señala el Foro por la Libertad, la Democracia y los Derechos Humanos de Córdoba. “Dijimos Nunca Más. Estamos en alerta y movilización”, apuntan.
Este no es un hecho aislado, informa el portal Cba24n. El 8 de diciembre del año pasado, Fernando Albareda recibió fuertes amenazas en su domicilio. Encontró carteles con esvásticas y seis proyectiles de armas de fuego junto a mensajes intimidatorios que decían: “Sos hijo de Terrorista. Se te terminaron los amigos de la Policía. No vayas más a la EZC (escuela) ni a la Jefatura. Va a morir. Te vamos a juntar con tu papito”.
Ricardo Fermín Albareda, padre de Fernando, fue subcomisario en la División Comunicaciones de la Policía local y militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El 25 de septiembre de 1979, fue secuestrado y llevado al centro clandestino conocido como “Embudo” o “La Casa de Hidráulica”. Allí, fue brutalmente golpeado, torturado y castrado, según testimonios, murió desangrado. Su cuerpo nunca fue encontrado.