Un emotivo y reivindicativo homenaje en el cementerio de La Almudena recuerda la memoria de las 13 mujeres asesinadas por el franquismo el 5 de octubre de 1939, junto a otros 43 hombres conocidos como los 43 claveles
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Un emotivo acto en el cementerio de La Almudena de Madrid ha recordado la memoria de las Trece Tosas y los 43 claveles en el 85 aniversario del fusilamiento de estas 59 personas por parte del bando franquista. Colectivos memorialistas, el Partido Comunista y las Juventudes Socialistas han rendido tributo “a los 56 luchadores por la libertad fusilados en el Cementerio del Este el 5 de agosto de 1939, una vez terminada la Guerra Civil, por su militancia en las Juventudes Socialistas Unificadas”.
El homenaje ha arrancado a las 11.00 de este lunes en la puerta del camposanto con la intervención de representantes del PCM, de la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), de la Plataforma en Defensa del Memorial, la Plataforma Calles Dignas y del Colectivo Todos los Niños Robados - Son También Mis NIños.
En el encuentro, al que acudieron cientos de personas pese al calor, los participantes exigieron una aplicación más efectiva de la Ley de Memoria Democrática. Diversos ponentes han clamado contra “el auge de la extrema derecha en Europa y en España”. Alexis Mesón, nieto de un represaliado por el franquismo, mencionó episodios como el del presidente del Parlament balear, quien rompió en la Cámara autonómica una fotografía de la insigne republicana Aurora Picornell, también fusilada.
Carmen Luque, de la entidad que reclama justicia contra los miles de casos de niños robados por todo el país, aprovechó su intervención para señalar que “la impunidad continúa hasta el día de hoy”. Mesón ha reclamado además al Ayuntamiento de Madrid que lidera José Luis Martínez-Almeida incluir el nombre de las 2.936 personas asesinadas e inhumadas en este cementerio por el franquismo, ya que el memorial actual no especifica la identidad de estas víctimas después de una reforma acometida por el Consistorio de la capital.
En la ceremonia no ha faltado la ofrenda floral junto al Monumento a las Treces Rosas. Tampoco una emocionante interpretación musical vía violonchelo de Al alba, ejecutada por el nieto de otra víctima del franquismo. Incluso Angustias, una de las más veteranas del lugar, ha leído un poema homenaje a las Trece Rosas y otra contra la gerontofobia.
Pero sin duda los momentos más emocionantes han venido con la lectura de los nombres de los 46 hombres y las 13 mujeres asesinadas aquel 5 de agosto de 1939. Marisa Castro ha sido la mujer encargada de citar, con la voz quebrada, a las Trece Rosas rojas: Ana López Gallego, Julia Conesa, Victoria Muñoz García, Martina Barroso García, Virtudes González García, Luisa Rodríguez de la Fuente, Elena Gil Olaya, Dionisia Manzanero Sala, Joaquina López Laffite, Carmen Barrero Aguado, Pilar Bueno Ibáñez, Blanca Brisac Vázquez y Adelina García Casillas. A ellas se les sumó después Antonia Torre Yela, conocida como la Rosa número 14. Fue condenada el mismo día que el resto, pero su fusilamiento se postergó hasta el 19 de febrero de 1940 por un error de registro.
Ellas, junto a sus 46 compañeros de unas juventudes comunistas que trataban de reunificarse tras una Guerra Civil concluida apenas cuatro meses antes, fueron brutalmente fusiladas después de un juicio sumarísimo. Una práctica habitual para la dictadura franquista con la que trataba de sembrar el terror y frenar los intentos opositores.
Las Trece Rosas esperaban su asesinato en la Cárcel de las Ventas, en Madrid, en la noche del 4 al 5 de agosto. Todas habían sido condenadas apenas 24 horas antes por un tribunal militar. La duración del juicio no pasó de minutos y la sentencia era definitiva: “Reunido el Consejo de Guerra Permanente número 9 para ver y fallar la causa número 30.426 que por el procedimiento sumarísimo de urgencia se ha seguido contra los procesados, responsables de un delito de adhesión a la rebelión. Fallamos que debemos condenar y condenamos a cada uno de los acusados a la pena de muerte”, dictaminaba el fallo.
Una muestra de crueldad que ha quedado inscrito para siempre en la memoria, como han vuelto a demostrar cientos de personas en su sentido homenaje de esta mañana.
