El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez , ha desgranado los pactos propuestos al presidente regional, Emiliano García-Page , con la intención de seguir la estela del acuerdo ya cristalizado para reformar el Estatuto de Autonomía , una proposición en torno a seis ejes que los 'populares' materializarán por la vía parlamentaria toda vez arranque el nuevo curso en el mes de septiembre. En una entrevista con Europa Press, Núñez ha sacado pecho por la «senda de trabajo» explorada tanto por PP como por PSOE para dar con un nuevo Estatuto, un trabajo conjunto desde la «responsabilidad y la creencia firme» de que había que adaptar las reglas del juego «a las actuales circunstancias» de la Comunidad Autónoma. Tras blindar avances como «hablar de sostenibilidad, de igualdad o de Europa» e incluso incluir «la defensa de Castilla-La Mancha ante ataques de cualquier otra autonomía», ahora Paco Núñez plantea desarrollar normativamente lo escrito en el Estatuto en seis bloques «con seis grandes acuerdos para que el ciudadano perciba un beneficio real». Un planteamiento que habrá de serlo «participado por la sociedad civil» y a través de la consulta «a aquellas personas a las que les afectarán estos acuerdos». Y todo ello como una estrategia de «ejecutar la letra pequeña» del Estatuto de Autonomía a través de este desarrollo normativo y que lo negociado «no se altere gobierne quien gobierne». «Para apartar de la política las peleas entre PP y PSOE y que la región avance y progrese». El eje que Núñez pone por delante de todos los demás es el económico, y es que pretende blindar la ganadería y la agricultura como «base económica» de la región. Un pacto para garantizar la rentabilidad de las explotaciones, menor fiscalidad o conseguir que la subida de los costes de producción no repercuta en el beneficio final de los productores están dentro de la oferta del líder de la oposición. Aquí incluye también el «rechazo a las políticas que alteran la viabilidad» del sector primario como el Pacto Verde o la Ley de Restauración de la Naturaleza; y fomentar la incorporación de jóvenes al campo castellanomanchego. El desarrollo logístico de la región se introduce en este capítulo para avanzar en ejes como la A-5 por Talavera, la A-4 en La Mancha o el Puerto Seco de Albacete más allá de la buena marcha de la A-42 y la A-2. Menos impuestos, simplificación burocrática, apoyo específico a pymes y empresas familiares salpican el primero de los seis grandes pactos. Un eje que se cierra con la idea de apostar por una auténtica reindustrialización de la región, poniendo especial foco en la provincia de Cuenca, tal y como defiende Paco Núñez. La página de Bienestar Social incluye acuerdos basados en «sacar la pelea política» de aspectos como la sanidad, el Tercer Sector o la Educación Pública, según explica Núñez. Una educación «digitalizada y bilingüe» con «menos carga para el docente»; modernizar infraestructuras; y gratuidad en 0 a 3 años; a lo que suma «un plan de choque contra las listas de espera, modernizar consultorios, contratar a más médicos y devolver la carrera profesional sanitaria». Un extremo, este último, en el que Paco Núñez hace especial hincapié, ya que considera que la intención del presidente regional es «no recuperarla». Termina este segmento con la propuesta de garantizar la viabilidad a fututo de los centros de mayores de toda la región. En cuanto a la promoción de Castilla-La Mancha, sugiere «varias vías», desde las tradiciones a los toros, pasando por el «sentimiento y el ADN de la región». Indica en este punto que Castilla-La Mancha está llena de «singularidades fundamentales» en todos sus rincones, singularidades que, junto a tradiciones o productos agroalimentarios, hay que «proteger». «Y presumir de lo que somos». En materia de Juventud, aboga Paco Núñez por «retener talento», para lo cual es prioritario « garantizarles el acceso a la vivienda, un eje fundamental «. Por ello, apuesta por «afrontar sin complejos el desarrollo de viviendas» y construir nuevas soluciones habitacionales dentro de «una política pactada» que acerque la propiedad inmobiliaria a los jóvenes. En esta línea, abre la puerta a «buscar recursos en Europa» para conseguir «que los jóvenes tengan una vivienda pagable y tengan la oportunidad de independizarse». Blindar una posición común en materia fiscal es otra de las intenciones que Paco Núñez quiere trasladar en el próximo curso político al Gobierno de la región. En este sentido, quiere que la postura que emane de las instituciones de la región ante el Estado sea conseguir un modelo de financiación que valore el «coste de los servicios y la amplitud del territorio» con parámetros como la dispersión geográfica dentro de las reglas del juego. «Antes o después habrá una Conferencia de Presidentes o un Consejo de Política Fiscal y Financiera, y quiero que Castilla-La Mancha tenga una voz unánime», indica, incluyendo en esta propuesta la necesidad de suprimir el impuesto de sucesiones en la región, algo que ya se ha hecho o se está empezando a hacer «en todas las autonomías del PP». La menor fiscalidad también se recoge dentro de la propuesta de deflactar el tramo autonómico del IRPF. «Hay que llegar a acuerdos para bajar impuestos», expresa Núñez, que ataca aquí frontalmente el canon del agua. El último de los grandes pactos que el Partido Popular quiere plasmar con el PSOE es el relativo al agua, ya vigente, pero «en saco roto». Así, Paco Núñez quiere ahora «olvidar los cuatro años de olvido y las peleas» pese a contar con este pacto, y su planteamiento pasa por «volver a reunirse, refrescar y actualizar el calendario de cumplimientos» y volver a empezar de cero. De forma paralela, quiere una auditoría hídrica para saber «cuánta agua tiene Castilla-La Mancha y cuánta tendrá en el futuro», ligando ello a un mapa de necesidades. Defiende en este punto dejar claro que Castilla-La Mancha, como cuenca cedente de agua al Levante, tenga siempre sus necesidades cubiertas. «Y hasta que no las tenga, que no haya trasvases». Un planteamiento que extiende más allá de la cuenca del Tajo ya que «si Ciudad Real no tiene agua, no se traslada al Levante». Incluso se alinea aquí con la posibilidad de que haya «trasvases entre cuencas de la región» y «mandar agua de unos puntos a otros». En todo caso, termina este enunciado lamentando que el agua del Tajo «se va a Portugal». «Con el agua de Guadalajara riegan los portugueses».