Si bien en junio el sector construcción habría registrado una caída de 3,3%, principalmente por el bajo consumo de cemento, el cual presentó una contracción de 5,9%, la Cámara Peruana de Construcción (Capeco) destaca que en el segundo trimestre de este año el empleo en construcción habría crecido más que el empleo en general en Lima metropolitana, alcanzando un 6,2% y un 4,7%, respectivamente.
Esto, frente a similar periodo en 2023. Es así que de abril a junio laboraban 398.700 trabajadores del sector en la construcción capitalina, siendo la cifra más alta desde el trimestre móvil de febrero - marzo - abril de 2023.
Asimismo, se resalta que, respecto al primer trimestre, el empleo adecuado aumentó en 10% y el subempleo se contrajo en 19%.
Guido Valdivia, director de Capeco, destaca que esta buena noticia podría ser el inicio de un mejor resultado del sector para un segundo semestre.
“Es una cifra interesante porque hacía tiempo que no teníamos ese crecimiento y sobre todo es una muy buena noticia que el empleo que más haya crecido sea el empleo adecuado que es el que está orientado a la construcción formal. Podría ser el inicio de un mejor resultado para el segundo semestre, pero es algo que todavía tendría que verse porque el empleo ha oscilado entre subidas y bajadas”, señaló para La República.
mientras que el subempleo lo hizo en 5,5%, frente a similar periodo de 2023.
Valdivia sostiene que este resultado puede atribuirse a un impacto negativo en el mercado de la construcción informal, una hipótesis que se plantea también a partir de la reducción de 10,3% del precio de ladrillos de arcilla, “uno de los materiales más usados en la ejecución de obras informales”, destaca.
El avance de la obra pública crece en junio a la menor tasa de los últimos siete meses, siendo esta de 4,4% y es que la ejecución de las obras fue contrarrestada por el comportamiento negativo del consumo de cemento en los primeros seis meses del año, cerrando el primer semestre con una contracción de 5,9%.
El director del gremio de la construcción enfatiza que lo que se estaría viendo en realidad respecto a los avances de obras públicas sería un crecimiento financiero más no físico.
“Según la Contraloría se han paralizado obras donde se han invertido más de S/33.000 millones. Entonces, el avance en obras públicas que se refleja en los indicadores es un avance financiero. Esto explicaría el decrecimiento en el consumo del cemento porque si la obra se paraliza, se paralizan los procesos de compra e inclusive los procesos de pago”, señala.