La Audiencia Provincial de Cádiz sentenció al guardia civil de 55 años a siete años de prisión y una multa de 4,5 millones de euros, por un delito de blanqueo de capitales, agravado por procedencia del tráfico de drogas y por otro de organización criminal. También se consideraron culpables a los dos hijos del guardia por ser cooperadores necesarios del delito de blanqueo. Se enfrentan a una pena de tres años de prisión y 4,5 millones de euros de multa cada uno.
Los hechos probados de la sentencia muestran un entramado de doce empresas y cuatro uniones temporales de empresas, con finalidad de participar en contratos públicos. A esto se suma una estructura de préstamos privados y capital de terceros. El cabo también blanqueó compras inmobiliarias realizadas por él o por las empresas manejadas por sus hijos. Hizo numerosos viajes a Japón, Londres, Marruecos, Orlando o Riviera Maya y gastó una cantidad, que aún no se ha determinado, en carreras automovilísticas.
