Las redes sociales y los noticieros muestran imágenes y videos que parecen salidos de una película de terror, pero son reales: personas con gran dificultad para caminar, hablar y respirar circulando por las calles de Estados Unidos. Esos son los efectos visibles de consumo de fentanilo, más conocida como ‘la droga zombie’, que llegó a cobrar más de 100.000 muertes por sobredosis en solo un año en ese país norteamericano.
La comercialización de esta sustancia cruza fronteras de numerosos países, y llegó a Perú. Los agentes de la Dirandro advirtieron sobre el riesgo de un posible aumento en el consumo de esta droga altamente adictiva y potencialmente fatal en nuestro país. “El impacto del fentanilo en Perú sería amenaza para la salud pública y la seguridad”, afirmaron.
Este potente fármaco, explicaron es un opioide sintético hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.
Peritos de esa unidad indicaron que existen dos tipos: el fentanilo farmacéutico, que es el recetado por personal de salud para tratar dolores intensos, especialmente después de una operación y en tratamientos cancerígenos; y el fentanilo fabricado ilícitamente, que es el que ha generado las muertes por sobredosis.
“El problema que tiene Perú con esta droga es que, a diferencia de Estados Unidos, aquí lo podrían utilizar para mezclarlo con otras sustancias, especialmente con cocaína o éxtasis, dado a su alto costo, lo cual aumenta el nivel de adicción y lo vuelve más peligroso”, explicó un agente antidrogas a La República.
Según informó, la producción barata, fácil y rápida de drogas sintéticas podría transformar radicalmente muchos mercados de drogas ilícitas. Los traficantes continúan innovando y las drogas disponibles en el mercado se podría expandir, lo cual dificultaría su detección.
El fentanilo, a menudo mezclado con otras drogas como la metanfetamina, éxtasis y cocaína amplifica el riesgo de muerte requiere de dosis más pequeñas para inducir efectos narcóticos, lo cual aumenta la dificultad de la desintoxicación y la rehabilitación.
Esta última semana, agentes de la División de Investigación Contra el Tráfico Ilícito de Drogas de la Dirandro, decomisaron 4,948 ampollas de fentanilo (solución inyectable de 0,5 mg/10 ml) en dos intervenciones simultáneas ejecutadas en Surco y La Molina.
En La Molina, fue detenido Skot Chávez Salazar cuando trasladaba la sustancia en un taxi; mientras que, en Surco, fueron detenidos Elkin Ramírez Silva, de nacionalidad colombiana, y Josué Vásquez Arroyo, sindicados como integrantes de una organización criminal dedicada a traficar dicha droga al extranjero.
“Estamos haciendo una ardua investigación para desarticular la organización total”, comentó el coronel PNP Arturo Valverde Inga, jefe de la División de Investigación Contra el Tráfico Ilícito de Drogas.
La operación fue ejecutada previas acciones de inteligencia operativa del Departamento de Operaciones Especiales Orión que tuvo conocimiento que una red criminal internacional venía acopiando y comercializando en Lima una remesa de ‘droga zombie’ cuyo destino final sería Philadelfia (EEUU).
Estudiar de qué forma llega y se implementa esta droga en nuestro país es el primer paso para prevenir su proliferación.
Hasta el momento, según información aportada por la Dirandro, se sabe que las apariciones de esta droga en nuestro territorio están vinculadas a ingresos desde el exterior ya que no se produce en el país.
