Rafaela y Gabriela son universitarias y amigas entrañables. Viven juntas en un departamento rosado e hiper estilizado, en una burbuja donde no tienen mayores preocupaciones, hasta que Rafaela se entera que está embarazada y decide, de inmediato, que abortará en un país donde hacerlo es ilegal.
Esa es la trama de “Las demás”, película chilena que tras un exitoso paso por festivales de cine -entre los que se cuenta SANFIC, el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI) y el Festival Internacional de Cine de Rotterdam- hoy ya está disponible en la plataforma de cine de autor, Mubi.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la directora de la cinta, Alexandra Hyland, explicó que la película no partió siendo sobre el aborto, sino que del lazo indestructible que se puede formar entre dos amigas enfrentadas a una situación límite. Por otro lado, Hyland expresó su convicción de representar a jóvenes más desenfadadas, equívocas y erráticas, lejos del retrato correcto e incluso vaporoso que a veces se plantea en el cine.
– ¿Cómo llegaste a hacer esta película?
La peli la empecé a escribir cuando recién salí de la universidad y tenía muchas ganas de contar la historia de dos amigas. Básicamente, me fui basando en muchas experiencias y hechos reales y así fue cómo llegué al relato que además de ser una historia de amigas, es también una historia sobre el aborto. Ahí, insisto, fue por una cosa bastante cercana, porque tuve amigas que tuvieron que abortar. Entonces, quise escribir esa historia para hablar del aborto como un derecho básico de salud, pero también hablar de las amigas. Tenía ganas de ver una relación de amistad que fuese distinta a lo que siempre veía, un poco más cercana.
– ¿Y por qué decidiste hacer una comedia con el tema en vez de un drama?
Siempre digo que no fue realmente una decisión sino que es algo que se planteó de esa manera. Por otro lado, sé que la comedia nos facilita hablar de ciertos tópicos o ciertos temas. Pensaba que era una buena manera de hablar de algo que es tan difícil y tan crudo, de manera simpática. En todo caso, igual fue complejo, porque desde el día que uno plantea una película comedia del aborto, la gente por supuesto que me decía que no, que cómo se me ocurría, que era una manera muy fea de hablar de algo tan complejo. Yo tenía ganas de que vieran la película, porque no hay una burla directa sobre abortar o no abortar, sino que tiene más que ver con que la vida a veces es cómica y los horrores a veces los convertimos en risa y en chistes, un poco para sobrevivir.
Siempre cito el reír para no llorar. En mis años universitarios, con estas mismas amigas sobrevivimos harto a punta de talla y chistes. Eran maneras de sobrellevar una situación que estaba siendo súper difícil, hostil y ruda.
– Quizás no todas son en el género de la comedia, pero de todas maneras, hay hartas películas sobre el aborto. ¿Las tomaste como referente o en qué te inspiraste?
Obviamente vi todas las películas de aborto que pude ver y claro, las que hay de comedia son como más gringas, pero en Estados Unidos terminan pudiendo ir al Plan Parenthood y solucionarlo. Vi hartas pelis pero más que nada me inspiré en películas que hablaban de amistad. Por ejemplo, para mi un referente era “Tangerine” de Sean Baker, porque siento que si bien la película se vendía mucho como la historia de dos trabajadoras sexuales, en el fondo era una historia de amistad. Era de cómo ellas son amigas, mucho más allá de sus profesiones.
“Tangerine” habla de los límites que uno rompe por las amigas o no sé si los límites, pero sí los extremos a los que uno llega por apañar a tu amiga. A veces son lazos demasiado fuertes y mucho más profundos que cualquier otro tipo de lazos que vemos, o esa ha sido mi experiencia. Con mis amigas siento que tengo lazos super irrompibles y tenemos esto que tiene el nombre de sororidad, pero que tiene que ver con reconocernos en entornos hostiles y difíciles. Encontrarnos y saber que tenemos acompañamiento.
También, me inspiré harto en el cine que me gusta y que tiene que ver con grupos de chicas que son más desenfadadas, menos correctas, un poco más cercanas a la realidad, con menos cuidado. Siento que esa sí es una visión que a veces tienen los directores hombres sobre las relaciones femeninas. Son desde un lugar más delicado, vaporoso y donde se les permite poco la suciedad y el juego.
– Justamente, llama la atención que la protagonista no es tan buena persona. Quizás, si un hombre hubiera hecho esta película, nos hubiera puesto una chica que lo hizo todo bien y de ahí justificar que así, uno entienda mejor la decisión que toma.
Exactamente, para mí era super importante que en ningún momento pusieramos en cuestionamiento moral el tema del aborto. Ella desde el día uno quiere abortar, porque para mí es mucho más responsable abortar que traer un bebé a una situación no planificada. Y sí, la quería ver caótica, errática. Yo igual explico harto de su personalidad en que está en una situación de crisis, pero efectivamente, hay una manera mucho más limpia de verlo y de ver a las chicas no yéndose a carretear la noche en que está todo mal.
Para mí era mostrarlas equivocadas, en un lugar más sucio y más real. Hay algo que me gusta de la película y es que sea pasada en ciertas cosas. Hay ciertas tallas que son fuertes o comentarios que hacen que son desubicados y me gusta que sea así. Era importante, porque suelo ver estos retratos de las mujeres desde este lugar que es como tan íntimo y delicado. Y sí, es íntimo y delicado pero también puede ser grosero, ridículo y gil. Quería darme el espacio para que los personajes no fueran estos modelos de la perfección. Son personajes que me parecen más reales, porque siento que la vida real es más errática y poco consecuente consigo misma.
– ¿Y en qué público objetivo pensabas cuando hacías la película? ¿En personas que tenían experiencias parecidas a las protagonistas o más en personas que podían estar contra el aborto, o no tan convencidas?
Principalmente en chicas jóvenes. Para mí el público son chicas de 16, 17 años porque yo quería hacer una peli que fuese lo que hacen las películas por mí, que es ofrecerme lugares seguros y lugares en los que me siento representada, lugares en los que digo: ‘No estoy tan loca’. Quería que eso fuera así, que la peli fuese como: okey, puedo estar embarazada y no quererlo, puedo ser errática, puedo no tener que hacer las cosas como me las exigen. Y por supuesto que en el camino se han sumado un montón de chicas que piensan como nosotras. Para mí el título “Las demás” habla de un grupo medio alejado, marginalizado, pero siento que nos hemos encontrado, las demás.
Revisa el trailer de “Las demás” aquí: