España se salvó de un desastre que asomó demasiado la cabeza. Pero donde no llegaban las ideas llegó el orgullo de las campeonas del mundo para dar la vuelta a los dos goles de ventaja que tenía Colombia, aunque necesitara llegar a los penaltis para alcanzar las semifinales.
Colombia exhibió la contundencia que ha faltado a España durante todo el torneo, pero las colombianas llegaron derrotadas a la tanda. Con la sensación de que habían perdido su oportunidad. Empezaron lanzando, pero la parada de Cata Coll en el primero a Usme, la capitana, decidió el destino de la tanda. Las españolas marcaron los cuatro. Acertó Mariona primero, un seguro cuando la pelota corre y también cuando se para, y cerró Aitana con misterio, porque la guardameta colombiana llegó a tocar la pelota. Entre medias cumplieron con su lanzamiento Eva Navarro y Salma Paralluelo, que dio un beso a la pelota para domarla antes de lanzar. No hizo falta que lanzara Jenni Hermoso, que esperaba para el quinto. Bastante había hecho ya para dar la vuelta al partido.
España ha dado la sensación desde que empezaron los Juegos y antes –ya en los partidos de clasificación para la Eurocopa– de estar agotada física y mentalmente. Y nada lo ejemplifica de mejor manera que la blandura con la que afrontó Irene Paredes dos balones divididos que acabaron en los dos goles de Colombia. En el primero le faltó contundencia para imponerse a Mayra Ramírez, que resolvió con facilidad en el mano a mano con Cata Coll.
Colombia dejaba a España la pelota y se encargaba de administrar los espacios. Quería terreno para correr y poder aprovechar la velocidad y la calidad de la madridista Linda Caicedo. Y así encontró el segundo gol, en una carrera de Linda que terminó en un disparo contundente que despejó Cata Coll y en una jugada que Irene Paredes no supo sacar del área. Tuvo dudas la capitana española, que intentó controlar y permitió que Leicy Santos le arrebatara la pelota y marcara el segundo.
España estaba dando en ese momento sensaciones esperanzadoras. Aitana Bonmatí en los primeros cinco minutos de la segunda mitad había generado dos ocasiones de gol. Montse Tomé, además, había sustituido a Patri Guijarro por Tere Abelleira para agilizar la circulación de la pelota. Pero la respuesta inmediata fue el segundo gol de Colombia.
Pudieron marcar otro las colombianas en otra carrera de Mayra Ramírez. La «9» colombiana le ganó otro mano a mano a Irene Paredes en el centro del campo. La capitana española no pudo evitar que se girara en dirección a la portería. Quedaba medio campo por delante, pero nadie pudo pararla hasta que apareció Cata Coll para evitar el gol.
Montse Tomé dio la vuelta al equipo, pero lo que más notó España fue la entrada de Jenni Hermoso. De repente, España encontró el remate que le faltaba. Poco después de pisar el césped lanzó un disparo desde el borde del área que rozó el larguero.
Era el primer aviso. En el segundo llegó el gol que sonaba a reivindicación. No está contenta Jenni con su suplencia. Es cierto que no hay sitio para todas en la zona de ataque y que Jenni tiene 34 años, pero ninguna de las jugadoras de la selección tiene la relación con el gol que sigue teniendo ella. Y eso es lo que más ha echado de menos España durante el torneo.
Pudo marcar otro Jenni en una media vuelta con la derecha, pero fue Irene Paredes la que se redimió con el empate en el tiempo añadido. Era la consecuencia lógica del asedio de las españolas, que aún siguieron intentándolo en lo que quedaba de una segunda parte interminable que duró 59 minutos. No pudo evitar la prórroga, que siguió el mismo guion, y tampoco los penaltis. Ahí, España demostró por qué es campeona del mundo. Ahora tiene dos oportunidades para colgarse una medalla.