En 1925, en su 'Rebelión de las masas', Ortega y Gasset escribía: «La salud de las democracias, cualesquiera que sean su tipo y grado, depende de un mísero detalle técnico, el procedimiento electoral». En torno a ese mísero detalle se articulan la alternancia en el poder, el pluralismo político, el debate público, el respeto a los derechos y libertades y, de alguna manera, la prosperidad y el desarrollo de un país. Para que este mecanismo garantice la salud democrática debe ser inclusivo, permitiendo a todos los ciudadanos ejercer sus derechos político-electorales; competitivo, velando porque se ofrezcan al electorado opciones imparciales, asegurando el derecho a postularse como candidatos, y de competir en igualdad den un contexto de libre ejercicio de sus...
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