La provincia de Málaga es el destino elegido por miles de personas en todo el mundo para para pasar el verano. Las playas de la Costa del Sol son su principal reclamo, pero en el interior se esconden tesoros ocultos que ofrecen un refugio de paz y tranquilidad y la oportunidad de sumergirse en aguas cristalinas y disfrutar de un entorno natural sin coste alguno. En el ecuador del verano, descubrir estos paraísos escondidos puede ser la clave para poner la guinda a las vacaciones con una experiencia diferente. En ABC te revelamos cinco escondites en Málaga que destacan por sus aguas y la belleza de su entorno natural. Desde pozas en ríos serpenteantes hasta impresionantes cuevas kársticas en las que zambullirse sin agobios. Es probablemente uno de los espacios naturales más hermosos de la provincia. En el parque natural de la Sierra de Grazalema se encuentra el Charco Frío, justo a los pies de la Cueva del Gato . Penetrar en ella está prohibido, pero solo por la poza merece la pena la visita. La temperatura del agua hace honor a su nombre y la zona central es la de mayor profundidad. El paraje fue declarado en 2011 Monumento Natural de Andalucía. El río Turón forma a su paso por Ardales algunas pozas singulares, pero es más cerca de El Burgo donde deja estampas extraordinarias que los vecinos de los pueblos cercanos han disfrutado durante décadas. El charco del Largo del Dique es idóneo para nadar, a pesar de que la temperatura del agua es bastante fría. La vegetación de este enclave de la Sierra de las Nieves crea algunas zonas de sombra en las que instalarse para pasar el día. Desde los emblemáticos Baños de Hedionda, parte un camino paralelo al cauce de río Manilva por el que llegar al charco del Infierno, una poza encajada en un barranco que hace que el río se precipite en varias cascadas . El acceso es algo complejo, de ahí que no esté tan masificada como otros enclaves. De camino entre los Baños y el Charco del Infierno se encuentra también la poza de la Paloma, donde el agua ha tallado una acequia en la pared rocosa. La cascada artificial creada por un canal de riego hace del Charco del Canalón un lugar muy visitado durante la temporada de verano. Emplazado en el término municipal de Istán, forma parte del curso del río Verde , que cubre de verdín las piedras, por lo que resulta complicado caminar sin resbalarse. La poza es bastante profunda y las rocas de la orilla son perfectas para sentarse. El río Castor , que nace en Sierra Bermeja , deja a su paso por el término municipal de Estepona una bonita poza de aguas transparentes conocida como Charca de las Nutrias. Para llegar a ella hay que recorrer parte del curso del río y un carril de tierra cortado al tráfico. Un pequeño sacrificio para disfrutar del entorno. Sus principales atractivos son sus dimensiones y que cuenta con una pequeña playa en la que descansar tras el camino.