Ubicado en la encantadora región de Provenza, al sureste de Francia, este pueblo es reconocido mundialmente como la capital del perfume. Con sus calles empedradas y su atmósfera, atrae a visitantes de todo el mundo que desean sumergirse en la ciencia de la perfumería. Además, con su rica historia hasta su industria actual, Grasse ofrece una experiencia única que combina tradición, belleza natural y una notable herencia cultural.
La belleza de este pueblo a sido suficiente para inspirar a artistas famosos como Renoir, Cézanne y Picasso. Cerca del Mediterráneo, Grasse se erige sobre una montaña con vistas a coloridos valles repletos de rosas, jazmines, nardos y lavanda. Estas flores, favorecidas por el microclima de la región, son la esencia de los renombrados perfumes que atraen a visitantes de todo el mundo.
La historia de Grasse como centro perfumero se remonta al siglo XVI, cuando los curtidores de cuero comenzaron a perfumar sus productos para enmascarar el olor del cuero tratado. La combinación de un clima ideal y una tierra fértil permitió el cultivo de flores como el jazmín, la rosa y la lavanda, esenciales para la producción de esencias y perfumes. Con el tiempo, la ciudad se consolidó como un centro de excelencia en la perfumería, atrayendo a maestros perfumeros y desarrollando técnicas avanzadas en la extracción y mezcla de fragancias.
Uno de los principales atractivos de Grasse son sus históricas fábricas de perfumes, muchas de las cuales están abiertas al público. Entre las más famosas se encuentran Fragonard, Galimard y Molinard. Estas fábricas no solo producen algunos de los perfumes más prestigiosos del mundo, sino que también ofrecen visitas guiadas donde los visitantes pueden aprender sobre el proceso de creación de perfumes, desde la cosecha de las flores hasta la destilación y la formulación final.
Entre las actividades imperdibles se encuentran las visitas a las históricas fábricas de perfumes, donde se puede aprender sobre el proceso de creación de fragancias e incluso crear una propia. El Museo Internacional de la Perfumería, con sus exhibiciones interactivas y colecciones de objetos históricos, es otro punto destacado. Además, la Ruta de las Flores permite pasear por campos de jazmín, rosas y lavanda, esenciales para la industria local.
El centro histórico de Grasse alberga monumentos como la Catedral de Notre-Dame-du-Puy y el Palacio Episcopal, los jardines de la Villa Fort de France, diseñados por Jean-Honoré Fragonard, y los festivales y eventos culturales, como el Festival de la Rosa en mayo, llenan la ciudad de vida y color.
Grasse no solo es conocida por sus perfumes, sino también por su rica gastronomía. Los mercados locales ofrecen productos frescos y especialidades provenzales, como el aceite de oliva, la miel y las hierbas aromáticas. Los restaurantes del pueblo sirven platos tradicionales que combinan sabores mediterráneos con un toque de sofisticación francesa.