En poco tiempo, dos de los máximos dirigentes de Hamás han sido asesinados. Los políticos israelíes se golpean el pecho, pero la organización terrorista palestina parece seguir viva.
"Varios diputados están preparados", afirma Michael Schulz, profesor de investigación sobre la paz y el desarrollo en la Universidad de Gotemburgo.
A principios de esta semana, se conocía la noticia de que el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, había sido asesinado en Irán. Durante el jueves, el ejército de Israel también afirmó que el líder de la rama militar de la organización terrorista, Mohamed Deif, murió en un ataque en Gaza.
El ataque de Israel a los líderes no es una estrategia del todo inusual, recuerda Schulz. El patrón es reconocible desde principios de la guerra. En ocasiones anteriores, Israel ha dirigido ataques mucho más allá de sus propias fronteras con el objetivo de matar personas.
"En realidad, Israel siempre ha tenido una política de este tipo, desde los años 50, en la que se llevan a cabo ejecuciones selectivas", explica.
Ahora se espera que Israel apunte al líder de Hamás, Yahya Sinwar, a quien se describe como el cerebro detrás del ataque del 7 de octubre. Pero incluso si tiene éxito, Hamás probablemente seguirá viviendo, cree Schulz. "No es tan fácil eliminar un movimiento entero", sentencia Schulz.