El bono AL30 vuelve a tomar protagonismo en el mercado. El título de deuda soberana en dólares, uno de los más utilizados por los inversores al momento de comprar y vender divisas a través de la Bolsa, exhibe un repunte en el volumen operado hasta alcanzar los niveles más altos de la gestión del presidente Javier Milei.
El pico se observó ayer y este jueves mantiene la tendencia. La suba de ayer se dio en todas las especies del bono, con $ 287.000 millones en pesos y u$s 180 millones en "D", lo que implicó un récord desde octubre del año pasado, en medio de la campaña electoral y la intervención que aplicaba el entonces ministro y candidato Sergio Massa.
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El repunte del bono fue liderado por la versión en pesos, por lo que Juan Truffa, economista de Outlier, estima que en gran medida se explicó por las ventas de divisas en el mercado bursátil por parte del Banco Central, en el marco del esquema que implementó para esterilizar pesos y contener la brecha cambiaria.
Además, de acuerdo con el especialista, también hubo demanda genuina por parte de los inversores, impulsada por la buena expectativa que generó la reunión del ministro Luis Caputo con agentes de Bolsa, en la que afirmó que ya tiene asegurados, mediante créditos "repo", los pagos de capital de deuda hasta enero de 2026.
Tomás Ambrosetti, director de Guardian Capital, estima que el repunte del volumen operado del AL30 se explicó principalmente por mayor demanda genuina por parte de inversores, generada a partir de comentarios y conclusiones optimistas en el mercado tras el encuentro entre Caputo y los directivos de las sociedades de Bolsa.
De acuerdo con operadores, la demanda genuina de títulos de deuda en dólares suele concentrarse en el AL30 por cuestiones de profundidad de mercado. Es un bono que genera muchas operaciones diarias y es el más utilizado para el dólar MEP, por lo que consideran que es lógico que sea el foco de mayor volumen.
En el caso de aquellos inversores con objetivos a mediano plazo, en este momento probablemente concentran más la demanda sobre los que títulos que vencen en los años 2035 o 2041, debido a las bajas paridades con las que están operando, que los perfilan mejor ante un upside de las cotizaciones de los bonos, de acuerdo con Truffa.