El Papa habría terminado el miércoles sus vacaciones y por eso este jueves ha podido atender la llamada telefónica que Recep Tayyip Erdogan adelantó públicamente el martes. El Pontífice había estado muy cordial con el presidente turco durante la reunión con otros líderes mundiales al margen del G7 de junio en Italia, y Erdogan quería compartirle su «indignación» por las « manifestaciones inmorales durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París ». Según han explicado en redes sociales fuentes gubernativas turcas, durante la conversación Erdogan ha lamentado que, «bajo el pretexto de la libertad de expresión y la tolerancia, se pisoteó la dignidad humana y se burlaron de los valores religiosos y morales, algo que ofende tanto a los musulmanes como al mundo cristiano». Tanto es así que le ha dicho que es «necesario alzar una voz unida y mostrar una actitud común contra estas ofensas». El Vaticano no ha dado detalles sobre la respuesta del Papa Francisco ni sobre la llamada, pero el gobierno turco ha asegurado que el Pontífice ha dado las gracias a Erdogan por «su sensibilidad contra la humillación de los valores religiosos». El comunicado de Ankara recoge que el presidente turco ha subrayado «que el hecho de que se cuestionen los valores religiosos y se haga propaganda pervertida en los Juegos Olímpicos, que se organizan con el objetivo de unir a los pueblos, es la señal de alarma del hundimiento moral al que se ha visto arrastrado el mundo». Cuando el martes explicó públicamente a los miembros de su partido AKP los motivos de esta llamada, les dijo que quería «compartir con el Papa la inmoralidad cometida contra el mundo cristiano y contra todos los cristianos». Lamentó que «los Juegos Olímpicos fueran utilizados como instrumento de perversión que corrompe la naturaleza humana». En la conversación de hoy, el líder turco se ha referido también en tono bastante duro a la guerra en Gaza y al asesinato del líder político de Hamás, Ismael Haniyeh. En cuanto a Gaza, ha asegurado al Papa que «los ataques israelíes se han convertido en un genocidio, que existe una grave crisis humanitaria y que Israel está llevando a cabo sus masacres bajo el paraguas diplomático, económico y militar que le proporcionaban algunos Estados». Sobre el asesinato de Heniyye y el ataque de Israel contra el Líbano, ha dicho que «demuestran que Israel es una amenaza para toda la región, el mundo y la humanidad», y ha propuesto «una alianza de humanidad para que los musulmanes y cristianos que viven en Palestina encuentren la paz». Según el comunicado, Erdoğan piensa que «los encuentros del papa Francisco con países que apoyan a Israel para detener los ataques y garantizar una paz duradera son beneficiosos y no causan daños permanentes a la estructura política, de seguridad y social de la región y del mundo». Cortésmente, el Papa Francisco le ha dado las gracias por las iniciativas que realiza para impulsar la paz.
